Georgia se prepara para esquivar el golpe que Rusia asesta a su turismo
Misha Viganski
Moscú/Tiflis, 8 jul (EFECOM).- Las tensiones entre Rusia y Georgia, que no tienen lazos desde 2008, han aumentado en las últimas semanas no solo a nivel político, sino también en lo económico, después de que el Kremlin decretara la suspensión de vuelos entre ambos países y asestara así un duro golpe a la industria turística georgiana.
"Estoy sorprendida. Estoy perdiendo mi trabajo. El 80 % de mis turistas eran rusos. ¡Anularon todas las excursiones reservadas!”, dijo a Efe la guía profesional Irina Baramidze.
El presidente de la Federación de Hoteles y Restaurantes de Georgia, Shalva Alaverdashvili, dijo a Efe que el país perderá en lo que queda de año hasta 715 millones de dólares por las restricciones rusas, cifra que coincide con el cálculo de la Administración Nacional de Turismo.
Según dijo, los turistas rusos cancelaron un 80 % de las reservas en los balnearios de Ayaria, en el mar Negro, y en el total de los destinos turísticos georgianos las anulaciones ascendió a un 60 %.
Rusia es el país que más turistas aportaba a Georgia con unos 1,4 millones de visitantes desde Rusia en 2018, seguido de Armenia, Azerbaiyán, Turquía y Ucrania.
En lo que va de año más de 540.000 turistas rusos han visitado Georgia y el país esperaba alcanzar los 1,8 millones de visitantes desde Rusia.
En pleno centro de Tiflis, la prohibición de vuelos, que entró en vigor este lunes, ya se nota.
En el famoso restaurante "KGB" los camareros dijeron a Efe que "probablemente ganaremos menos o incluso alguien perderá sus empleos" por el impacto de las restricciones rusas en el turismo.
Larisa, una mujer de mediana edad, vende recuerdos, pero ahora su negocio amenaza con estancarse: "Mire, hoy están casi vacíos" los restaurantes. Y mis artículos los compraban sobre todo los rusos. "?Qué hacer?, queda la esperanza de que aún vendrán", señaló.
De momento el vuelo SU 1983 de la compañía rusa Aeroflot fue el último entre ambos países en aterrizar hoy en Moscú procedente de Tiflis por un decreto firmado el 21 de junio por el presidente ruso, Vladímir Putin.
Este justificó la medida alegando que tenía que "garantizar la seguridad nacional de Rusia y la protección de los ciudadanos rusos ante acciones delictivas o ilegales".
La restricción la impuso en medio de la crisis institucional que desató en Georgia la visita de un diputado ruso que se sentó en junio durante un acto en el sillón del presidente del Parlamento georgiano, provocando protestas masivas de georgianos enfadados, que degeneraron en desórdenes en los que resultaron heridas 240 personas.
Georgia rompió relaciones diplomáticas con Rusia tras la guerra de cinco días que libraron en agosto de 2008 en la región separatista georgiana de Osetia del Sur y que concluyó con la victoria de las armas rusas.
Las protestas en Tiflis prosiguen pero con menos intensidad, pero los turistas rusos dicen que se "sienten seguros".
Dos amigas de Kazán, Angelina y Aliona, se lamentaron de "las dificultades que ya notan" por la medida, porque volaron a Georgia en un vuelo directo y regresarán a través de Bakú.
Seis compañías rusas tenían rutas a Georgia: Aeroflot, S7, Ural airlines, Pobeda, Red Wings y Nordavia. Este domingo también las georgianas Georgian Airways y MyWay Airlines realizaron sus últimos vuelos. El Ministerio ruso de Transporte alega que adeudan a Rusia más de 800.000 dólares.
Georgian Airways indicó a Efe que hasta el final de la temporada estival realizará vuelos de Ereván a la ciudad georgiana de Batumi, en el mar Negro, "para transportar a los turistas de Rusia".
"Estamos bien aquí, nos gustaría volver, pero no sabemos cómo serán las relaciones entre los dos países. La política intervino de nuevo", dijeron las dos amigas rusas.
La situación incluso puede agravarse, advirtió Alaverdashvili, por los graves insultos que este domingo vertió sobre Putin un presentador del canal de televisión privado Rustavi 2.
El Kremlin consideró este lunes "inaceptables" los insultos y el Ministerio ruso de Exteriores exigió a organizaciones internacionales y regionales una condena unánime a ese "asalto verbal".
El Gobierno de Tiflis ya ha calificado de "provocación repugnante" las palabras del presentador, dirigidas a "desestabilizar el país", pero la respuesta económica de Rusia no se hizo esperar.
El jefe del partido oficialista Rusia Unida en la Duma del Estado (Cámara Baja), Serguéi Neverov, anunció que los diputados abordarán hoy si suspenden también el suministro de vino georgiano y agua a Rusia, así como la transferencia de dinero a ese país.
Rusia es el mercado principal del vino georgiano embotellado, con 25 millones de botellas exportadas por Georgia en el primer semestre de 2019, según el diario ruso Gazeta.ru.