Lo ha vuelto a dejar claro. El Banco de España no quiere repetir los errores del pasado y vigila muy de cerca las recientes emisiones de deuda del sector bancario español. En concreto, de la deuda de más riesgo por orden de prelación en caso de quiebra, aquella que las entidades emiten para cumplir con los requisitos del requerimiento regulatorio europeo MREL (mínimo requerido de pasivos elegibles). 

La Junta Única de Reoslución (JUR) ya ha establecido estos requisitos que tienen el objetivo de asegurar que la banca cuenta en su balance con suficientes pasivos no garantizados para evitar el uso de dinero público en caso de quiebra para cada entidad “y resulta vital que cada banco planifique de modo adecuado las emisiones para cumplir el objetivo”. Aunque las entidades suelen restringir este tipo de emisiones a los institucionales, la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, ha explicado que hay entidades que están buscando mercado entre los minoristas.

Delgado advierte que “la tenencia de estos títulos por parte de particulares acarrea problemas en un contexto de crisis”, recordando que “desde el Banco de España estamos decididos a evitar que se repitan situaciones del pasado”. En este sentido, considera que el reto de cubrir estas emisiones es mayor para las entidades de menor tamaño “con mayor orientación al segmento minoristas”. 

El problema es que en caso de que una entidad tenga problemas de solvencia, la deuda emitida provoque pérdidas a los tenedores. Aun así, los legisladores han renunciado a prohibir que los bancos vendan deuda como los CoCos o la deuda subordinada entre minoristas.

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La advertencia es firme. El Banco de España no quiere que la banca ‘utilice’ a los minoristas para reforzar sus niveles frente a los nuevos requisitos MREL. Pese a las nuevas necesidades, Delgado ha destacado que “la banca española está en una situación mucho más sólida y fuerte que sus competidores europeos”. “Lamentablemente, los puntos fuertes no cambian la situación respecto a los niveles medios de capital”, ha destacado la subgobernadora. En este sentido, ha rechazado las quejas de la banca por los exigentes requisitos de capital, recordando que “un nivel de capital elevado no es una debilidad ni una desventaja”. 

 “Los bancos españoles no han sido capaces de compensar la erosión en el CET 1 que ha provocado la entrada en vigor de Basilea III”, recuerda Delgado. “El sector dice que se ha sido muy exigente con los requisitos de capital, pero me pregunto qué pensarán los bancos de la eurozona que sí han reforzado sus balances, en países que han activado nuevos colchones anticíclicos”, ha criticado.

Ante el reto de mejorar en rentabilidad, Delgado insistido en el mensaje de ‘austeridad’ que desde el Banco de España llevan meses lanzando a los bancos respecto a su política de dividendos. “Cada entidad debe articular la política de retribución, teniendo en cuenta su perspectiva de generación de capital”. La subgobernadora ha animado a los bancos a incrementar el uso del scrip dividend, “aunque esta fórmula acarrea una cierta dilución del beneficio por acción”. “Es responsabilidad de cada entidad, no del Banco de España, valorar el impacto de los requisitos a la hora de fijar su política de retribución al accionista”, ha advertido Delgado.