Bogotá, 13 jul (EFECOM).- La estatal petrolera colombiana Ecopetrol informó la noche de este sábado que se registraron cuatro ataques terroristas contra la infraestructura del oleoducto Caño Limón-Coveñas y el Campo Tibú, ambos en el noreste del país.
El primer hecho tuvo lugar en el Campo Tibú, ubicado en zona rural del municipio de Tibú, en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.
Allí, "grupos al margen de la ley activaron explosivos en la planta de inyección de agua y en un pozo" en las aldeas Socuavó y Palmeras, respectivamente, y dejaron otros instalados, explicó la empresa en un comunicado.
Ecopetrol aclaró que "los daños abarcan ocho pozos que producen diariamente 450 barriles de petróleo", por lo que una vez la fuerza pública asegure la zona los técnicos de la compañía comenzarán las reparaciones.
En un segundo ataque, esta vez en la aldea Cerro Madera, un grupo de desconocidos retiró bajo amenazas al personal que realizaba mantenimiento preventivo en el oleoducto Caño Limón-Coveñas, uno de los más importantes de Colombia.
Posteriormente, los delincuentes instalaron y activaron cargas explosivas, lo que generó daños en el sistema de transporte del crudo.
También, agregó la petrolera, "hombres armados retuvieron durante una hora a los trabajadores que hacían parte de una caravana de cinco carrotanques que sacaban producto del punto de control operativo Caño Cinco", en la aldea Guachimán.
Según Ecopetrol, los responsables del ataque amenazaron con quemar los vehículos que transportaban "producto recuperado de otros atentados registrados contra el oleoducto".
La estatal petrolera denunció la mañana de este sábado que 14 de sus trabajadores fueron retenidos por al menos 100 personas que ingresaron sin autorización a la Planta de Gas Gibraltar, ubicada en zona rural del municipio de Toledo, en Norte de Santander.
La empresa manifestó que "alrededor de 100 personas se tomaron de manera violenta la planta" al romper la malla externa de la instalación e ingresar "en forma abrupta poniendo en riesgo la vida de las personas y la operación e integridad" de la infraestructura.
Los 14 trabajadores permanecen incomunicados debido a que quienes los tienen retenidos también cortaron las redes de comunicación del lugar.
La Planta de Gas Gibraltar suspendió sus operaciones por un mes en 2016 debido a que un grupo de indígenas u'wa y motilón-barí se tomaron las instalaciones para reclamar como suyo ese territorio.
El año pasado la infraestructura petrolera colombiana sufrió 107 atentados, de los que 89 afectaron al oleoducto Caño Limón-Coveñas y 18 al Transandino.