Los años de crisis económica han provocado serios problemas de financiación a las empresas españolas, especialmente a las pymes, que llevan tiempo buscando alternativas de financiación distintas a la banca para hacer crecer sus negocios. En este entorno, el crowdlending empieza a ganar terreno, aunque su desarrollo en España aún es limitado.
Según datos del estudio “Radiografía del Crowdlending en España” elaborado por la Fintech October, las empresas españolas duplicaron en 2018 la financiación por esta vía, hasta superar los 700.000 euros de media.
Entre las comunidades que solicitaron un mayor volumen de dinero de media, está Andalucía, cuyas empresas del sector de ocio y suministros pidieron por primera vez el año pasado una media de 1.300.000 euros de préstamos a través de esta modalidad. En segundo lugar está
Cataluña, cuyas empresas del sector de la industria, el comercio y TIC obtuvieron préstamos de 390.000 euros de media a través del crowdlending en 2017 y en 2018 duplicaron la media hasta llegar a los 935.000 euros por préstamo, incorporándose organizaciones de otros sectores como servicios e industria.
En tercer lugar, está la Comunidad Valenciana, cuyas empresas del sector industrial han solicitado de media préstamos por un valor superior a los 800.000, manteniéndose en línea con el volumen alcanzado en 2017. Las empresas del sector energético ubicadas en Galicia recurrieron a este método en 2018 por primera vez, alcanzando un volumen medio de 800.000, mientras que las empresas de la Comunidad de Madrid dedicadas a los sectores de industria, ocio, sanitario, comercio, transporte y servicios empresariales registraron el doble de la media del volumen de préstamos solicitados en 2017, hasta llegar a los 640.000 euros.
Razones para usar el crowdlending
“Dada la alta concentración bancaria existente actualmente en el mercado español, las plataformas de crowdlending ofrecen a las empresas la posibilidad de diversificar sus fuentes de financiación sin ataduras, dado que no exigen garantías reales ni hay productos vinculados”, señalan los expertos en el informe.
Según indican, las empresas que fueron analizadas por el estudio aseguran haber usado la financiación alternativa principalmente para la internacionalización del negocio, la digitalización y la adquisición de nuevos negocios, con más de un millón de euros solicitados para cada uno de esos fines.
La ampliación de equipos, la optimización de la producción y las reformas inmobiliarias siguen por orden en el ranking.
“Para acudir a esta fuente de financiación complementaria como solución para el desarrollo de sus negocios, las empresas también destacaron aspectos como la complejidad de sus operaciones, por ejemplo, la necesidad de llevar a cabo una restructuración financiera de la empresa o un MBO (operación de compra de un negocio por parte de su propio equipo directivo)”, indican los expertos.