La aerolínea franco-holandesa Air France-KLM confirmó este martes un pedido firme al fabricante europeo Airbus de 60 aparatos para renovar su flota de mediana capacidad y autonomía, y anunció que dejará de explotar en 2022 el gigante A380.

El pedido, cuyo precio de catálogo ronda los 5.500 millones de dólares (unos 4.932 millones de euros), se refiere a 60 aviones A220-300, con los que la compañía pretende ir sustituyendo de forma paulatina a sus actuales A318 y A319.

Además, el contrato incluye otros 30 aviones de esa misma gama suplementarios "en opción", sin que la fecha de entrega esté definida.

Air France-KLM, que bajo sus diferentes marcas explota 541 aviones, agregó que dejará de explotar los diez A380 que posee antes de que acabe 2022, sin que de momento haya tomado una decisión sobre el modelo que los sustituirá.

La aerolínea franco-holandesa ya había comunicado con antelación que dejaría de explotar tres de esos gigantes de los aires, que considera poco competitivo "en el contexto de los mercados actuales".

Airbus anunció en febrero pasado que dejaba de producir un modelo que ha tenido una aceptación muy limitada entre sus clientes, lo que no permitía una cadencia de producción suficiente para garantizar su rentabilidad.

Air France-KLM, por su parte, inscribió esta renovación de su flota en su deseo de "mejorar la competitividad con aviones más modernos, rentables y con menor incidencia medioambiental".