Juan Mª Poyato
Madrid, 8 ago (EFECOM).- España cuenta con más de 16.000 cabinas de teléfono, desde las que se realizan menos de una llamada al día de media y suponen un coste neto para Telefónica de unos 4,52 millones de euros anuales.
De este negocio se ocupa la multinacional española porque el Gobierno, después de que el último concurso convocado quedara desierto, eligió al operador español para prestar este servicio, han informado a Efe fuentes de Telefónica.
Las cabinas, que suponen para la operadora de media un coste de 281,25 euros anuales, se salvaron de su desaparición el pasado 28 de diciembre, después de que, contra todo pronóstico, el Ejecutivo aprobara un real decreto con el que prorrogaba un año su inclusión en el servicio universal de telecomunicaciones.
Sin embargo, y a pesar del tiempo otorgado, su futuro sigue sin estar claro.
Desde la multinacional española señalan que hay algunas cabinas que sí recaudan dinero, generalmente en sitios céntricos o turísticos como la Puerta del Sol en Madrid, aunque reconocen que, en líneas generales, no se utilizan. Son éstas últimas las que suben la media de coste para la operadora.
Pese a que se usan poco en ocasiones sí son útiles. Por ejemplo, cuando el usuario pierde el teléfono móvil o se lo roban y necesita hacer una llamada. También se dan casos en algunas personas mayores, que residen en pueblos pequeños y que siguen llamando a través de ellas, aunque no es que sea algo común.
El espacio que ocupan las cabinas pertenece al Ayuntamiento, por lo que el día en qué se decida poner fin al uso original de estas instalaciones, su futuro quedará en "manos" de los municipios, añaden desde Telefónica.
En la compañía desconocen a día de hoy cómo se van a retirar las cabinas cuando se decida poner fin a su uso por parte del Gobierno, ni si se quitarán todas a la vez o de forma paulatina.
"Igual simplemente bajan los ratios y se dejan las que recaudan", apuntan como alguno de los supuestos que se pueden dar.
En este sentido, insisten desde Telefónica en que ellos no tienen capacidad de decisión al respecto y que depende de los consistorios.
"Se podría decidir que ciertos teléfonos se queden de emergencia, por ejemplo. También hay ayuntamientos que están deseando quitarse las cabinas de encima", reconocen.
Ha habido propuestas para que se conviertan en puntos wifi y, en determinados eventos como la Feria de Abril en Sevilla, el ayuntamiento desarrolló esta iniciativa.
También hay cabinas que permiten recargar el teléfono móvil o el portátil gracias a iniciativas de "startups" (empresas emergentes).
Según un reciente estudio de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el 88 % de los españoles jamás ha utilizado una cabina.
Lejos queda la década de 1990 cuando había 65.000 instalaciones de este tipo en el territorio nacional y eran habituales las conversaciones telefónicas utilizando estos iconos urbanos.
Sin necesidad de remontarse a hace 20 años, y poniendo el horizonte en 2010, eran 41.347 cabinas las que estaban instaladas en la calle. De este modo y con estas cifras, queda patente la veloz disminución de este servicio en muchos puntos de España.
De cara al futuro, desde Telefónica apuntan que desconocen cuáles son los planes del Gobierno y que será de ellas cuando se agote la prórroga.
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