La industria aeroespacial española pierde competitividad, según experto
Sevilla, 9 ago (EFECOM).- La industria aeroespacial española ha perdido competitividad por los aumentos salariales y porque los países más desarrollados utilizan ya tecnologías de robótica o inteligencia artificial, que requieren menos empleo y rebajan los costes, según ha dicho a Efe el experto Ramón Rodríguez.
Rodríguez trabaja desde hace casi tres décadas en el sector aeroespacial, es socio de la consultora Aerosm, ubicada en el parque Aerópolis de Sevilla, y uno de los especialistas seleccionados para elaborar el Plan Estratégico Aeroespacial andaluz, estudio pionero en España y que pretende orientar el futuro de este sector.
Ha destacado que la competitividad española está afectada también por la creciente competencia de Portugal, donde Boeing ha aterrizado tras comprar Embraer y dispone en Évora de la mayor planta de mecanizados de Europa, y por la consolidación de Marruecos como un competidor con bajos costes.
En su opinión, el sector aeroespacial español debe superar su excesiva dependencia de Airbus, que en el caso de Andalucía, segunda región en facturación de España y una de las pocas capaces de asumir la fabricación completa de un avión, supera el 80 por ciento de sus ventas.
Por ello, recomienda buscar nuevos consorcios tractores, como Boeing, y abrirse a países no europeos, en especial Asia y Latinoamérica, porque el sector "cada vez es más global e interconectado".
Destaca la próxima decisión, crucial para España, del reparto de la carga de trabajo del proyecto FCAS, la futura plataforma de combate aéreo europea, una oportunidad ante la que lamenta que España haya perdido en los últimos años protagonismo en el núcleo de decisión de Airbus.
Esta internacionalización y diversificación deben acompañarse de una renovación tecnológica para asumir desafíos como la digitalización o la industria 4.0 y no perder el margen de competitividad que les queda, según Rodríguez.
La formación de pilotos y tripulaciones, o el segmento de reparación y mantenimiento de aviones (MRO en su acrónimo inglés), son otros productos emergentes, al que este consultor une los nuevos nichos de mercado de los drones y aviones no tripulados.
Pero advierte de que estas oportunidades requieren superar déficits básicos, como la formación, porque, apostilla, "sin personal formado, en todos los niveles, no hay futuro para el sector".
De las administraciones lamenta la "falta de planificación, rigor y seguimiento" de las subvenciones e incentivos concedidos en las últimas décadas, "que suman una cifra brutal de cientos de millones y que en algunos casos no se sabe muy bien dónde han ido".
Rodríguez apoya las actividades de defensa porque, resalta, la tecnología civil "vive de la militar", de la que traslada sus innovaciones, y apostilla: "No se puede tener vergüenza de la inversión en defensa, porque innova en las tecnologías más avanzadas, que luego se aplican en la aeronáutica civil".