El PIB de Japón ralentiza su crecimiento por la caída de las exportaciones
Tokio, 9 ago (EFECOM).- La economía de Japón ralentizó su expansión entre abril y junio debido a la caída de las exportaciones en el actual contexto de tensiones comerciales, aunque logró crecer el 0,4 % frente al trimestre anterior gracias al impulso del consumo doméstico.
El producto interior bruto (PIB) de Japón creció un 1,8 por ciento en el citado período en comparación con el mismo trimestre del año anterior, lo que supone un punto menos que el avance registrado en abril-junio de 2018.
En comparación con enero-marzo, el PIB nipón creció un 0,4 %, lo que contrasta con el avance del trimestre anterior del 0,7 %, según los datos publicados este viernes por la Oficina del Gabinete del país.
El crecimiento se vio favorecido sobre todo por el aumento del gasto de los hogares (2,5 % interanual y 0,6 % intertrimestral), que representa aproximadamente el 60 % de la economía nacional.
El consumo doméstico, que venía mostrando síntomas persistentes de debilidad, se vio favorecido de forma significativa por el largo y poco habitual período vacacional de 10 días consecutivos del que disfruto el país el pasado mayo con motivo de la ascensión al trono del emperador Naruhito, según señalaron los analistas nipones.
También destacan los incrementos de la inversión en capital corporativo (6,1 % interanual y 1,5 % intertrimestral) y del gasto público (4 % y 1 %, respectivamente), que constituyen otros dos factores clave de "Abenomics", la estrategia económica del Ejecutivo liderado por Shinzo Abe.
Sin embargo, las exportaciones, principal músculo de la economía nipona junto al consumo doméstico, retrocedieron un 0,2 % en comparación con abril-junio de 2018 y un 0,1 % respecto al primer trimestre de 2019.
Los expertos achacan esta evolución al frenazo registrado por la economía china, principal socio comercial de Japón, y a los efectos colaterales de la guerra comercial que mantiene el gigante asiático con Estados Unidos.
Las ventas al exterior de Japón acumulan siete meses de descensos interanuales consecutivos, según muestran los datos de la balanza comercial publicados por separado por Tokio.
Pese a una coyuntura global poco halagüeña y marcada por la inestabilidad, el avance del PIB japonés se situó por encima de las estimaciones de la mayoría de los analistas.
El Gobierno japonés prevé que la economía nacional se expanda un 0,9 % en el actual ejercicio fiscal, que comenzó el pasado abril y terminará el 31 de marzo de 2020, tras rebajar el pasado julio su estimación inicial para este año del 1,3 %.
El ministro nipón de Revitalización Económica, Toshimitsu Motegi, destacó hoy en una rueda de prensa que Japón "continúa con su recuperación moderada gracias al aumento estable del consumo y de la inversión de capital", aunque reconoció que la coyuntura externa "puede impactar" en el ánimo de los consumidores y en la confianza empresarial.
Además, el Ejecutivo planea aplicar el próximo octubre una subida del impuesto sobre el consumo desde el actual 8 % hasta el 10 %, una medida que podría tener un impacto negativo sobre el gasto doméstico y la economía en general.
En este contexto, y en vista a las dificultades para alcanzar la meta de inflación fijada por el banco central nipón, son cada vez más las voces que subrayan la necesidad de estímulos adicionales en la tercera economía mundial.
"Si se manifiesta algún riesgo, estamos preparados para tomar las medidas necesarias", señaló Motegi.
El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, indicó la semana pasada que es "más positivo" sobre la aplicación de nuevas medidas de flexibilización para alcanzar el objetivo inflacionario del 2 %, tras una reunión de política monetaria de la entidad en la que se decidió mantener por ahora intacta su estrategia.
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