El BCE confirma que estudia un "paquete" de estímulos para la economía
- El organismo podría bajar los tipos de interés y lanzar nuevas compras de activos en septiembre
- Las actas de su última reunión alertan de los riesgos externos para la economía de la zona euro
El Banco Central Europeo (BCE) contempló en la última reunión de su consejo de gobierno poner en marcha un "paquete" de medidas para estimular la economía de la eurozona si se agrava el parón del bloque, según las actas de la reunión difundidas este jueves.
El presidente del BCE, Mario Draghi, ya avanzó al término de aquel encuentro a finales de julio su disposición a actuar, este mes de septiembre si fuese preciso, ante la ralentización económica y el estancamiento de la inflación por debajo de los niveles previstos.
Los miembros del consejo de gobierno habían debatido justo antes sobre un potencial paquete de medidas, "como la combinación de recortes de tipos de interés y compra de activos", ya que en su opinión una acción conjunta es "más efectiva que una secuencia de acciones selectivas" si se emplean "instrumentos con complementariedades significativas y sinergias".
ACUERDO GENERAL
El acuerdo fue general en torno a "la necesidad de un posición acomodaticia en política fiscal para un largo período de tiempo" y dieron por seguro que los tipos de interés en la zona euro no subirán durante el primer semestre de 2020. "La inflación, tanto la real como la proyectada, está persistentemente por debajo de niveles que estaban en línea con los objetivos".
Las actas recogen también en este ámbito el compromiso adoptado sobre el objetivo simétrico de inflación.
Se subrayó además en la reunión que, de forma paralela a cómo decida actuar el BCE para contrarrestar el cuadro macroeconómico, "los gobiernos en disposición de hacerlo usen su espacio fiscal", mientras que los demás deberían tratar de reconstruir su "margen fiscal".
El BCE considera que la "prolongada presencia de incertidumbres relativa a factores geopolíticos, la creciente amenaza del proteccionismo y las vulnerabilidades en mercados emergentes" hace que predominen los riesgos a la baja para la economía del euro.
La mayoría de los factores de riesgos están fuera de la zona euro, pero lastran la evolución económica del bloque, argumenta el documento, que señala no obstante que el empleo continúa mejorando y los salarios permanecen al alza.