Grecia colocó este miércoles 1.137,5 millones de euros en Letras del Tesoro a seis meses a un interés del 0,15%, un mínimo histórico alcanzado ya en la subasta anterior del 31 de julio.

Según informó la Autoridad de Gestión de la Deuda Pública (PDMA), la demanda fue de 1.536 millones de euros y superó 1,76 veces la oferta inicial de 875 millones.

En la subasta anterior la demanda superó 2,51 veces la oferta, lo que podría apuntar a que el interés de los inversores por este tipo de títulos ha disminuido, sobre todo a la vista de la carrera a la baja que están experimentando los bonos a largo plazo en el mercado secundario.

Con la salida del país del programa de asistencia financiera el rendimiento de los bonos griegos empezó a bajar constantemente.

Esta tendencia se acentuó después de la victoria de la conservadora Nueva Democracia en las elecciones europeas del pasado mayo y en las generales anticipadas del 7 de julio, por las expectativas de que el nuevo Gobierno será más favorable al empresariado.

El anuncio, el pasado lunes, por parte del primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, de que a partir del 1 de septiembre quedarán eliminados totalmente los controles de capital, aceleró la carrera a la baja de los bonos.

A las 10.30 GMT, el bono a diez años cotizaba en el mercado secundario al 1,75%, 8 puntos básicos por debajo del cierre del martes, en que había alcanzado un nuevo mínimo histórico.

El bono a cinco años cotizaba al 1,02%, un descenso de 6 puntos básicos frente al martes.

Aunque el rendimiento de los bonos griegos alcanza casi a diario nuevas cotas mínimas sigue siendo el mas alto de la Eurozona, y seis de sus Estados miembro incluso ofrecen tipos de interés negativos.