El euríbor pulverizará en agosto su mínimo histórico hasta cerca del -0,354%
El euríbor a doce meses, el indicador más utilizado en España para calcular las hipotecas, sufrirá su sexta caída consecutiva este agosto, en el que va camino de pulverizar su mínimo en dos décadas de historia al desplomarse por debajo del -0,354%.
Aunque el dato final lo comunicará el Banco de España en los próximos días, a falta de dos sesiones para que concluya el mes, el euríbor ha dejado atrás el -0,283% con el que cerró julio, cuando durante siete días ya tanteó la tasa del -0,3% que los analistas interpretaban de abrupta y excepcional.
Aún así, ha conseguido afianzarse en su tendencia bajista, la misma por la que el indicador apostó el pasado marzo por primera vez desde la recuperación que experimentó a lo largo de 2018, coincidiendo con las expectativas de que el Banco Central Europeo (BCE) aumentara los tipos de interés este verano.
Esperanzas que, sin embargo, los mercados parecen haber dejado atrás ante los nada optimistas datos macroeconómicos de la eurozona, que apuntan al debilitamiento de los países de la moneda única, incluido el de su mayor economía, Alemania, cuyo Producto Interior Bruto (PIB) se contrajo en el segundo trimestre un 0,1%, por la guerra comercial y el "brexit".
Para algunos expertos consultados, las dudas sobre el entorno y la consiguiente decisión del BCE de posponer hasta 2020 la que será la primera subida de tipos desde 2011, explican la vorágine del euríbor.
En declaraciones a Efe, Gustavo Martínez, de XTB, realiza un análisis más técnico y considera que la bajada del indicador se basa en dos motivos: el primero, el incremento de la oferta monetaria por parte de los bancos centrales y, por tanto, de la liquidez, lo que implica que "al haber más dinero, el precio caiga".
Mientras que el segundo es el tipo marginal de depósito del BCE, que ahora está en torno al -0,40%, niveles que implican cobrar por el exceso de reservas a un día a unos bancos que "quieren desprenderse del dinero" para enfrentarse a una penalización menor.
Ante este panorama, Martínez entiende que "lo normal es que el euríbor siga en estos niveles o continúen cayendo" a mínimos como intrames registrado el pasado 21 de agosto (-0,399%), ya que tanto los planes del BCE como de la Reserva Federal estadounidense siguen contemplando un posible aumento de la masa monetaria.
Fuentes del mercado manejan como fecha clave mediados de septiembre, cuando el BCE podría cumplir con su aviso y adoptar nuevas medidas de estímulo entre las que se contempla nuevas compras de bonos o una rebaja en los tipos.
La última caída del euríbor, precio al que se prestan dinero los bancos en la zona del euro, no sólo contrasta con el máximo registrado en julio de 2008 (5,393%), sino que además propicia un nuevo abaratamiento en las cuotas hipotecarias, ya que hace un año la tasa media se encontraba sensiblemente más alta, en el -0,169 %.
Para una hipoteca media de 100.000 euros, con un plazo de amortización de 25 años, la rebaja será de unos 98 euros anuales, a razón de 8,21 euros al mes.
A la hora de realizar el cálculo, es preciso sumar un punto porcentual a la media de agosto, que quedaría en el 0,646%, y también a la media marcada un año antes (-0,16%), que se situaría en 0,831.
En España, el diferencial más bajo al que se ha vendido de forma general una hipoteca ha sido de 0,17 puntos porcentuales, por lo que el euríbor a un año tendría que hundirse aún más para que una vez aplicado, los intereses fueran efectivamente negativos.
"Puede darse que una familia cobre por esa hipoteca, porque todas las que se contrataron en la precrisis, entre 2005 y 2007, tenían un diferencial muy bajo, muchas por debajo del 0,40", anticipa Martínez.
No sucede así, en cambio, con las más recientes, ya que en los últimos años los bancos han aumentado los diferenciales hasta el 1,5% para clientes con perfil normal.
Con el objetivo de cubrir futuras caídas del indicador, la nueva Ley Hipotecaria establece además un suelo legal del 0% para todos los créditos suscritos desde su entrada en vigor el pasado junio, por lo que el interés mínimo a percibir por el banco nunca será negativo por fuerte que sea el desplome de la tasa.
Una norma con la que se protege al sector bancario nacional frente a situaciones para muchos inquietantes que empiezan a vivirse en países como Dinamarca, donde alguna de sus entidades se han embarcado en la aventura de pagar intereses a los clientes que suscriban una hipoteca.
Pero "el negocio bancario es el negocio bancario", advierte Martínez, quien avisa de que a pesar del atractivo que presentan para los deudores estas nuevas hipotecas al estilo danés, un precio bajo "puede enmascarar" otros productos obligatoriamente vinculados, como seguros de vida, que acabarían por encarecer el coste del crédito.
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