Pugna entre Globalvía y Corsair por Itínere abocada a dirimirse en tribunales
Madrid, 8 sep (EFECOM).- La pugna entre Globalvía (40 %) y Corsair (60 %) por controlar Itínere se mantiene abierta tras el laudo dictado por la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio Madrid, y todo apunta a que tendrá que dirimirse en los tribunales por discrepancias entre las partes a la hora de interpretarlo.
La pelea se centra en el 15,5 % que Sacyr vendió al fondo estadounidense Corsair y cuya propiedad reclama Globalvía, que en caso de imponerse en la puja pasaría a tener el control, con el 55 % del capital.
La venta de la concesionaria, valorada en unos 1.300 millones de euros y que gestiona 525 kilómetros de autopistas en el Norte de España, comenzó entre 2008 y 2009 con una operación que llevó a Citi a controlarla, para, en 2015, quedar en manos de Corsair a través de Gateway (37,9 %), Liberbank (5,67 %), Sacyr (15,5 %), Abanca (23,8 %) y Kutxabank (16,3 %).
Después de que en 2015 Citi traspasara sus participación a Corsair, el resto de accionistas acordó darle el poder de decisión dentro de la compañía pese a que su participación no superaba el 50 % y a cambio de que les facilitara su salida del accionariado.
Viendo que Corsair no cumplía con su parte, los socios minoritarios llevaron el caso a la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Madrid, que recientemente ha dictado un laudo en el que declara resuelto dicho pacto (contrato) desde el 5 de febrero de 2018.
En enero de 2019 se sumó a dicho arbitraje Globalvía, que en julio de 2018 anunció que había acordado la compra conjunta del 55,6 % de la concesionaria a Sacyr, Abanca y Kutxabank.
Tras dicho anuncio, Corsair movió ficha y el 10 de septiembre expresó a Sacyr su intención de ejercer el derecho de primera oferta sobre su participación en Itínere que le otorgaba el contrato que ahora ha sido anulado.
La venta de esa participación del 15,5 % a Itínere Investco, fondo gestionado por Corsair y APG, se llevó a cabo en febrero, después de que un juez levantara la prohibición cautelara que había impuesto. Días antes, Liberbank había traspasado sus acciones al fondo.
Así, actualmente, Corsair controla el 60 % de Itínere, mientras que el 40 % restante está en manos de Globalvía que considera que al haberse anulado el contrato que daba derecho al ejercicio de una oferta preferente, debería anularse también la venta que Sacyr hizo de su paquete accionarial a Corsair en cumplimiento de dicha cláusula.
Fuentes cercanas a Globalvía han explicado a Efe que, en su opinión, para dar cumplimiento al laudo Sacyr debería reclamar a Corsair las acciones de Itínere que le vendió para posteriormente vendérselas a ellos o bien pedir al fondo que se las vendiera directamente.
Según la misma fuentes, el laudo debería cumplirse en cuestión de días y de buena fe y voluntariamente por las partes implicadas, ya que, en caso contrario, pedirán su ejecución ante la justicia ordinaria.
Por su parte, fuentes conocedoras de la posición de Sacyr han recordado que la constructora ya no posee ningún título de Itínere y, por tanto, no puede ejercer acción alguna sobre ellos, y que cuando se llevó a cabo su transmisión, el contrato que les obligaba a vender a Corsair estaba en vigor.
No obstante, señalan que habrá que esperar a que los árbitros aclaren cómo se debe ejecutar el laudo antes de tomar ninguna decisión.
Cosair considera que el laudo no afecta a la validez de las operaciones sobre acciones de Itínere realizadas en febrero de 2019 ni, por tanto, a la actual composición accionarial de Itínere ni a la estructura de control de la compañía.
Según la normativa, el laudo no es recurrible en su fondo, pero los afectados pueden solicitar aclaraciones a los árbitros sobre su ejecución y consecuencias.
Además, pueden pedir a un juez que ordene su ejecución, así como solicitar su anulación ante el Tribunal Superior de Justicia de la sede del arbitraje, en este caso, Madrid.