México, 12 sep (EFECOM).- El estancamiento que la actividad económica de México ha venido registrando en los trimestres previos continuó durante el segundo trimestre de 2019, informó este jueves el Banco Central mexicano.

El director de Investigación Económica del Banco de México, Daniel Chiquiar Cikurel, dijo en conferencia de prensa que este estancamiento se debió a una mayor debilidad de los componentes internos, así como la inversión y el consumo por la elevada incertidumbre tanto de factores internos como externos.

A pesar de ese estancamiento de la economía en su conjunto, el directivo señaló que en el norte del país "se ve una actividad ascendente como reflejo del dinamismo de la economía estadounidense y en el centro una ligera recuperación con respecto con el primer trimestre de 2019", mientras que en el sur se observa "una mayor debilidad por la caída en la actividad petrolera".

Durante la presentación del Reporte sobre las Economías Regionales del Banco de México, correspondiente de abril a junio de 2019, Chiquiar Cirukel explicó que el desempeño favorable en el norte del país "obedece en gran medida a la producción manufacturera, mientras que el sur está afectado por la actividad minera".

Señaló que entre los riesgos a la baja para el crecimiento económico regional, esta el diseño institucional para gobernar, que aumenten los niveles de inseguridad pública y que prevalezca o se deteriore el ambiente de incertidumbre tanto interna como externa.

Dijo que estos se puede reflejar en menores niveles de inversión, de acuerdo con el sondeo llevado a cabo por el Banco Central a directivos empresariales entrevistados entre el 24 de junio y el 18 de julio de 2019.

También dijo que otro factor a considerar como obstáculo del crecimiento económico del país, "sería que se impongan aranceles a productos de exportación mexicanos por parte de Estados Unidos".

El directivo señaló que para impulsar la reactivación de la actividad económica en el corto y mediano plazo, y atender los retos y rezagos que enfrentan las economías regionales en el largo plazo, es fundamental implementar y mantener políticas que contribuyan a elevar la eficiencia.

También corregir problemas estructurales e institucionales que les han impedido alcanzar una mayor productividad y atraer mayores flujos de inversión.