Crece la tensión entre China y EEUU en víspera de la nueva ronda de contactos
Pekín, 9 oct (EFECOM).- La tensión entre China y EE.UU. ha crecido en las últimas horas después de que la Administración Trump decidiera incluir en su "lista negra" a 28 organismos y empresas chinas a las que prohíbe hacer negocios en Norteamérica, y todo ello a pocas horas de que el jueves se inicie una nueva ronda de contactos en torno a sus disputas comerciales.
La decisión de Washington, conocida el martes, fue contestada esta madrugada por el Ministerio de Comercio de China, que expresó su absoluta oposición a estas nuevas medidas del Ejecutivo estadounidense y dijo que está sumamente insatisfecho por las mismas.
El Gobierno estadounidense entiende que estos 28 organismos y empresas chinas están implicadas en "abusos" contra los uigures y otras minorías musulmanas en la provincia de Xinjiang, algo que rechaza categóricamente Pekín.
"Sobre los asuntos relacionados con Xinjiang, nadie está en mejor posición para juzgar que el Gobierno y el pueblo chinos, y no se permite a ningún otro país o fuerza externa intervenir", dijo un portavoz del Ministerio de Comercio citado por la agencia estatal de noticias Xinhua.
En la "lista negra" figuran compañías como Hikvision, Dahua Technology o Megvii Technology, dedicadas a la tecnología de reconocimiento facial, y la Oficina de Seguridad Pública de la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, así como otros 19 organismos estatales dependientes de esta última.
La parte china instó a EE.UU. a dejar de hacer "comentarios irresponsables" sobre Xinjiang, donde, según el portavoz, "las personas de todos los grupos étnicos viven en armonía, la sociedad es estable y no hay ataques terroristas desde hace tres años".
Varias ONG defensoras de los derechos humanos y uigures en el exilio han denunciado la existencia de centros de internamiento en los que habría hasta dos millones de personas privadas de su libertad, forzadas a realizar cursos de cultura china e incluso a someterse a tratamientos de esterilización.
Pekín argumenta que se trata de "centros vocacionales" en los que los internos asisten a programas de desrradicalización para prevenir el terrorismo y reciben formación profesional.
Por su parte, la prensa oficial apuntaba hoy que la medida de Washington no es más que una "táctica de presión": "Es la típica treta que viene utilizando el Gobierno de Trump antes de unas conversaciones comerciales. Negociaciones con sanciones que van aumentando durante las mismas conversaciones", argumenta el analista chino Ma Jihua para el diario nacionalista Global Times.
Otro experto citado por este periódico, Gao Lingyun, asegura que "Washington quiere demostrar que tiene varias cartas en la mesa para enfrentarse a China", y que Pekín "está preparado" para dar la cara.
Aunque Geng no habló de contramedidas por estas sanciones, sí recordó que el Ministro de Comercio está ultimando la lista negra de empresas extranjeras "no fiables", establecida en mayo tras el veto estadounidense a Huawei, y que "pronto se hará pública".
En este ambiente, está previsto que mañana jueves se vean las caras en Washington delegaciones de ambos países. La delegación estadounidense estará encabezada por el representante de Comercio Exterior, Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin; y la china por el vicepresidente, Liu He.