Ruth del Moral y Matilde Martínez
Madrid, 22 oct (EFECOM).- Podemos plantea un plan de inversión para la transición ecológica y la eficiencia energética, que alcanzaría los 24.000 millones de euros anuales mediada la legislatura y que incluye una "Ley de Tejados" cuyo objetivo sería impulsar el autoconsumo energético en las comunidades de vecinos.
El responsable económico de Podemos, Nacho Álvarez, ha explicado en una entrevista con
La rehabilitación tendría una financiación estatal de hasta el 50 %, que las comunidades de vecinos podrían dedicar a instalar paneles solares en los tejados o cubiertas vegetales, así como a renovar envolventes de los edificios, puertas y ventanas.
Esta medida forma parte de un plan integral que también contempla desarrollar la movilidad eléctrica y fomentar las energías renovables, cambiando el funcionamiento de la subasta eléctrica para que sean las energías limpias las que marquen el precio de la luz y no la energía más cara, como ocurre ahora.
Álvarez apuesta por una Ley de transporte público colectivo eléctrico para ciudades de más de 50.000 habitantes y una negociación con el sector de la automoción para que se "diseñe un nuevo vehículo eléctrico producido en España".
"El sector de la automoción sabe que esta transición hay que hacerla y lo que demanda es claridad jurídica, seguridad en los objetivos y una política industrial con inversión pública", apunta Álvarez, que aboga por una política sectorial que fomente el desarrollo de las baterías para vehículos eléctricos.
"El conjunto de la inversión en transición energética y ecológica debería superar el 2 % del PIB anual durante la próxima legislatura", señala Nacho Álvarez, que confía en que se podría llegar a este objetivo de 24.000 millones anuales en 2022.
Para financiar esta inversión se crearía el Banco de Inversión para la Transición Tecnológica y Económica (BITTE) -resultante de la fusión de entidades como el ICO, ENISA o CDTI- que canalizaría los fondos para programas de desarrollo del Banco de Inversiones Europeo (BEI) y podría emitir bonos verdes.
En un contexto de desaceleración económica, Álvarez avisa de que se deben tomar medidas con rapidez.
"Que no sea necesariamente gastar por gastar, sino medidas que acometan retos de futuro, como esta nueva política industrial o inversiones en transición ecológica, educación y dependencia. Si no se acometen estas inversiones en los próximos trimestres, pensamos que hay un riesgo grande de que la desaceleración pueda derivar en recesión", advierte.
Podemos insiste en su programa en subir el IRPF a las rentas altas, en crear un impuesto a las grandes fortunas y a las transacciones financieras, en poner un tipo mínimo de Sociedades del 15 % para las grandes empresas (20 % para banca y empresas de hidrocarburos) y en establecer un tipo nominal de Sociedades del 35 % para las empresas contaminantes que facturen más de 6 millones, que llegaría al 40 % para la banca.
Una reforma fiscal que según sus cálculos conllevaría una recaudación aproximada de unos 45.000 millones anuales, una vez todos los impuestos estuvieran funcionando al cien por cien.
Álvarez explica que este nivel de recaudación iría acompañado de un gasto que haría que el PIB creciera una media del 2 % al año durante cuatro años y que el déficit se mantuviera por debajo del 3 % del PIB.
Considera que una vez que el déficit ha bajado del 3 % los ingresos que se deriven de la reforma fiscal no deben destinarse a seguir reduciéndolo, sino a inversiones "que compran futuro".
En el ámbito de la vivienda, otra de las apuestas de Podemos, propone que desde la administración central se afronte un homogeneización para contar con una regulación "mínima" sobre alquileres turísticos y poder frenar la burbuja de precios en el mercado del alquiler. EFECOM