Economía BANCA SOSTENIBLE

Razones para invertir en productos sostenibles y responsables

La llamada inversión sostenible y responsable (ISR) combina criterios financieros y extra-financieros a la hora de decidir en qué tipo de proyectos invertir dinero.

23 octubre, 2019 03:34

La inversión sostenible y responsable se ha convertido en una práctica común entre las empresas, instituciones e inversores particulares. Ya no solo se busca que un proyecto sea rentable económicamente, sino que impacte positivamente en la sociedad y el medioambiente. 

La ISR responde a los conocidos criterios Ambiental, Social y de Gobernanza (ASG): 

  • Ambientales: Políticas de gestión de recursos, contaminación (agua, aire, residuos…), productos o negocios de impacto positivo sobre el medioambiente… 
  • Sociales: Fomento y lucha por el cumplimiento de los derechos humanos, del trabajo (formación, igualdad…), del desarrollo de los países más vulnerables, prácticas que impacten positivamente sobre la sociedad… 
  • De Gobernanza: Propuesta y ejecución de prácticas responsables desde los consejos de dirección, condena y puesta en marchas de medidas contra la corrupción empresarial, presencia de mujeres en labores directivas… 

Con la combinación de estos tres criterios se pretende crear a largo plazo un valor real para el inversor. Un proyecto que proporciona rentabilidad y, además, es sostenible y responsable con el medioambiente y la sociedad, es garantía de éxito.

Estrategias de inversión 

Existen diferentes estrategias que las empresas o inversores pueden seguir a la hora de invertir en productos sostenibles y responsables. Estas son las más importantes:

  • Exclusión: La empresa descarta todos los proyectos de inversión que puedan suscitar cierta polémica o controversia. Por ejemplo, aquellos relacionados con armas, tabaco, alcohol… 
  • Elección según las normas: El inversor busca iniciativas que cumplan con la normativa y estándares internacionales de organismos como la Organización Internacional del Trabajo o la ONU. 
  • Best in class: Tras realizar un análisis ASG sobre determinados proyectos, el inversor señala los activos que ofrecen un mayor rendimiento. 
  • Inversión exclusiva de sostenibilidad: Solo se invierte en iniciativas que fomenten el desarrollo de la sostenibilidad y que ayudan a solucionar la problemática medioambiental y social. 
  • Integración ASG: La empresa se centra exclusivamente en los criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza, involucrándolos en su análisis financiero y decisiones de inversión. 
  • Engagement y derecho a voto: Comportamiento corporativo basado en el compromiso que involucra tanto a trabajadores como a directivos a la hora de seleccionar en qué proyecto ASG invertir. 
  • Inversión de impacto: Apuesta por activos que generen un impacto positivo en la sociedad y el medioambiente y sean rentables financieramente. 

El número de inversores que consideran la ISR como un factor esencial a la hora de gestionar sus activos no para de crecer. De hecho, el estudio de Global Sustainable Investment Alliance revela que en 2018 se invirtió 30,7 billones de dólares a nivel internacional en productos sostenibles, un 34% más que en 2016. En España, concretamente, se destinaron 185.000 millones de euros. 

Causas del crecimiento de la ISR

El aumento de la inversión sostenible y responsable se debe al incremento de iniciativas regulatorias, como los Principios de Inversión Responsable de la ONU y por la presencia de una mayor concienciación por parte de la sociedad. Los clientes e inversores particulares también buscan que los productos de inversión sean beneficiosos para el medioambiente y el ámbito social. 

En España, Banco Santander, mediante Santander Asset Management, es pionero en el lanzamiento de un fondo de inversión ISR, en 1995. Desde hace 14 años viene apostado muy fuerte por la inversión sostenible y responsable en el mercado global con el objetivo de crear valor para sus clientes, la sociedad y el medioambiente. 

De hecho, todo ese trabajo ha tenido su recompensa. La entidad presidida por Ana Botín ha sido nombrada el banco más sostenible del mundo según el Índice de Sostenibilidad Dow Jones y acumula dos años consecutivos siéndolo en Europa. 

Su labor no acaba aquí y ya se ha propuesto conseguir 10 metas de Banca Responsable de aquí a 2025, entre las que se encuentran movilizar 120.000 millones de euros en financiación verde para abordar el cambio climático, conseguir que el 100% de la electricidad que utiliza en todas sus sucursales provenga de energías renovables, eliminar por completo el uso de plásticos en ellas o ayudar a cuatro millones de personas mediante diferentes programas de acción social. 

Actualmente, la evaluación ASG de los productos en los que invierte Banco Santander se basa en dos métodos: 

  • Un análisis excluyente dependiendo de la naturaleza del negocio que realizan las empresas y cómo tienen en cuenta sus grupos de interés. 
  • Un análisis valorativo centrado en el concepto “best in class” a través del cual se evalúa de manera global el comportamiento de los emisores en función a los criterios ASG. El objetico es encontrar a aquellos emisores que están mejor preparados para hacer frente a los retos del futuro y que, por tanto, cuentan con ventajas competitivas y negocios sostenibles.

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