Valencia, 31 oct (EFECOM).- El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha subrayado este jueves que la entidad "no va a cobrar" a los particulares por los depósitos y ha explicado que el banco ha decidido acelerar el plan de transformación de su red de oficinas para potenciar las llamadas Store, de mayor tamaño.
En la rueda de prensa de presentación de los resultados de la entidad hasta septiembre, Gortázar ha asegurado que no se plantea cobrar a los particulares por los depósitos, aunque sí se está cobrando "a los depositantes empresariales de tamaños significativos", que ya entienden que la liquidez excedentaria ahora "tiene un coste", ha dicho.
Por otra parte, CaixaBank, como el conjunto del sector bancario, está a la espera de conocer la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre el índice IRPH, que espera que se divulgue a principios de 2020.
Preguntado por si este factor puede hacer revisar su plan estratégico, ha dicho que el banco "no prevé cambios por este motivo", dado que confía en que se avalará la legalidad de este índice. "Seguimos teniendo esa confianza", ha dicho Gortázar.
Asimismo, a pesar de que la rentabilidad financiera está por debajo de los objetivos marcados en el plan estratégico -un 10,1 % actualmente, aunque sin contar el coste del ERE, frente al 12 % fijado para finales de 2021-, Gortázar ha dicho que "hay tiempo para ver si cumplimos los objetivos".
Gortázar ha comentado que se ha demostrado que el diagnóstico era acertado y que "podemos llegar" al 12 % de rentabilidad financiera a pesar del contexto desfavorable.
No obstante, el directivo ha explicado que CaixaBank ha decidido acelerar 18 meses el despliegue de las oficinas tipo Store, su nuevo modelo de oficina.
Si bien la entidad se propuso contar con 600 oficinas Store al cierre de 2021, ya tiene 416 oficinas de este tipo y se propone alcanzar las 600 en junio de 2020, un año y medio antes de lo previsto.
A pesar de la debilidad del crédito hipotecario, Gortázar ha resaltado la buena evolución del crédito al consumo y del concedido a las empresas.
Gortázar ha achacado la debilidad del crédito hipotecario a la desaceleración económica y a los efectos de la nueva ley de crédito inmobiliario, "que ha supuesto un parón temporal de las operaciones que ahora se está recuperando", ha añadido.