La inversión en energías limpias retrocede un 14 % en el mundo, según estudio
La inversión en energías limpias ha alcanzado los 217.600 millones de dólares en la primera mitad de 2019 en el mundo, un 14% menos que en el mismo periodo de 2018, según el Observatorio Mundial de los Mercados de la Energía de la consultora Capgemini.
Según el estudio, la inversión cayó de manera significativa en China, con una bajada del 39%, y de forma más moderada en Estados Unidos (6%) y Europa (4%), mientras que en India aumentó un 10%, hasta alcanzar los 5.900 millones de dólares.
A pesar de ello, las renovables son las fuentes de energía que más rápido crecen a nivel mundial (14,5% en 2018), aunque la inversión descienda.
El coste de la electricidad generada en plantas fotovoltaicas y en parques eólicos terrestres se ha reducido un 13%, y el 1% en los parques eólicos marinos.
El informe señala que pese al crecimiento progresivo y la reducción de costes de las renovables, el carbón, el petróleo y el gas siguen siendo el pilar del consumo de energía en el mundo, que no para de crecer.
La transición energética también se ve amenazada por tensiones geopolíticas y comerciales, y por la disminución de las inversiones en energías limpias.
En 2018, aumentaron un 2% las emisiones de gases de efecto invernadero, frente al 1,6% de incremento en 2017.
El consumo energético creció en el mundo un 2,3% en 2018, casi el doble de la tasa de crecimiento medio anual desde 2010 y cerca del 75% de ese crecimiento consistió en el consumo de petróleo, gas y carbón, el porcentaje más alto correspondiente a esas fuentes desde 2013.
Respecto al carbón, el consumo aumento un 4%, con un considerable crecimiento de la generación de electricidad en centrales térmicas de carbón.
Según el estudio, Europa es la región que con más éxito combate el combate el cambio climático, y la demanda eléctrica en el continente aumentó un 0,2%, frente al 2,3% en el resto del mundo, con Alemania en cabeza.
El estudio señala que Europa va por buen camino para cumplir los objetivos de reducción de un 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero y que las renovables supongan un 20% del consumo de energía, aunque advierte de que los retos para 2030 y años siguientes serán difíciles de cumplir.