Economía

El Novo Banco perdió 572 millones hasta septiembre, un 46 % más

8 noviembre, 2019 21:04

Lisboa, 8 nov (EFECOM).- El Novo Banco, entidad creada tras la quiebra del Banco Espírito Santo (BES), aumentó sus pérdidas hasta los 572,3 millones de euros entre enero y septiembre, un 46,4 % más que en el mismo periodo de 2018, por las ventas de crédito moroso, inmuebles y la aseguradora GNB Vida.

En un comunicado divulgado este viernes, el banco precisó que las pérdidas relacionadas con la venta de GNB Vida, del proyecto Albatros (crédito moroso en España), Nata II (moroso en Portugal) y de la cartera de inmuebles Sertorius tuvieron un impacto de 391 millones de euros en la cuenta de resultados.

La entidad señaló que la actividad recurrente del banco arrojó un beneficio de 140,1 millones de euros, pero la parte "legacy", como se denomina al legado del antiguo BES, generó 712,4 millones en pérdidas.

Además, el nivel de provisiones creció un 40,5 %, hasta 640,9 millones, e incluyó 169,8 millones relacionadas con las ventas de crédito moroso e inmuebles.

El margen financiero -que mide la diferencia entre los intereses cobrados por los créditos y los pagados por los depósitos- aumentó un 22 %, hasta 401,7 millones, y el producto bancario -equivalente a los ingresos de la entidad- cayó el 29,8 % y se situó en 390,5 millones.

Los costes operativos disminuyeron el 0,5 %, a 361,8 millones, y el resultado antes de impuestos fue negativo en 612,2 millones (263,8 millones en septiembre de 2018).

El banco cerró los primeros nueve meses del año con 27.930 millones en depósitos, el 3,23 % menos que en septiembre de 2018, y el crédito moroso se redujo hasta el 19,5 % del total.

En términos de solvencia, el Novo Banco presenta un ratio Common Equity Tier I del 13,5 %, el mismo que hace un año.

En el último año, la plantilla del grupo se ha reducido en 198 trabajadores y ahora cuenta con 4.967 empleados, repartidos en 395 sucursales (se cerraron 8 oficinas en los últimos doce meses).

El Novo Banco nació en agosto de 2014 tras la quiebra del BES y fue recapitalizado entonces con 4.900 millones.

En 2017, el 75 % de la entidad fue vendida al fondo estadounidense Lone Star y el Estado luso mantuvo el 25 % restante a través del Fondo de Resolución, un organismo público financiado con aportaciones de los bancos portugueses.

A través del Fondo de Resolución ha recibido en los dos últimos años inyecciones de capital por un valor total de 1.941 millones, parte del cual procedió de créditos del Tesoro portugués.