Economía

Empleados de aerolínea estatal sudafricana, en huelga contra 900 despidos

15 noviembre, 2019 11:34

Johannesburgo, 15 nov (EFECOM).- Los trabajadores de la compañía estatal sudafricana South African Airways (SAA), que es insolvente y hace frente a sus pérdidas millonarias gracias a la ayuda del Estado, hicieron este viernes huelga a favor de una mejora salarial y en contra de la supresión de unos 900 puestos de trabajo.

El paro, que podría mantenerse durante los próximos días, arrancó de madrugada y ya afecta a más de un centenar de vuelos locales e internacionales de todo el país, según datos de la prensa local.

En los aeropuertos se vieron pasajeros varados, aunque los sudafricanos, en general, estaban advertidos del parón; pues la compañía había cancelado de antemano casi todos los trayectos previstos para hoy y mañana y reubicando a los viajeros.

La protesta se había anunciado a comienzos de la semana, después de que el lunes SAA hiciese público un plan de reestructuración que preveía el recorte de algo más de 900 trabajadores (casi una quinta parte de su plantilla).

El plan debía ser discutido con los sindicatos, que inmediatamente manifestaron su total oposición y amenazaron con llevar a cabo "la madre de todas las huelgas".

El paro está impulsado por el poderoso sindicato Numsa (Unión Nacional de Trabajadores Metaleros de Sudáfrica) y por la Asociación de Trabajadores de Cabina de Sudáfrica (Sacca), que agrupan a unos 3.000 trabajadores de la aerolínea.

Los sindicatos reclaman también un aumento salarial del 8 %, en lugar del 5,9 % que les ofrece la compañía en sus planes para el futuro inmediato.

La aerolínea estima que cada jornada de huelga le cuesta unos 50 millones de rands (3,4 millones de dólares) y advirtió, en un comunicado emitido el pasado miércoles, que la medida pone "en peligro" el futuro de toda la compañía.

Pero, en realidad, la aerolínea -al igual que otras grandes compañías públicas sudafricanas como la eléctrica Eskom, severamente endeudada tras años de mala gestión- lleva tiempo en la cuerda floja, sin haber registrado beneficios en más de una década.