El déficit previsto de las pensiones pone más presión a la reforma de Macron
París, 19 nov (EFECOM).- La prometida reforma de las pensiones del presidente francés, Emmanuel Macron, contra la que se anuncian paros masivos en el transporte público desde el 5 de diciembre, se ve sometida a la presión de un déficit que obligaría a retrasar la edad de jubilación o aumentar los años de cotizaciones.
El Consejo de Orientación de las Pensiones (COR), un organismo de expertos que elabora informes de evaluación independientes, filtró este martes el contenido de un análisis encargado por el Gobierno en septiembre y en el que cifra el agujero del sistema entre el 0,3 y el 0,7 % del producto interior bruto (PIB) en el horizonte de 2025.
Esos porcentajes que equivalen a entre 7.900 y 17.200 millones de euros, según los escenarios, serían los que harían falta para cumplir con el requisito que se había fijado Macron de equilibrar las cuentas en 2025, la fecha en la que quiere empezar a aplicar su reforma.
Una reforma de la que todavía no se conocen los detalles, pero cuyos principios son unificar los 42 regímenes actuales para que todos los asalariados estén sometidos a las mismas reglas y que cada euro cotizado dé los mismos derechos a la hora de calcular la jubilación.
El COR, que presenta formalmente el jueves su informe al primer ministro, Édouard Philippe, no dice qué camino debe elegir el Ejecutivo, pero sí que fija una serie de opciones para absorber el déficit, algunas que ya habían sido descartadas por éste, como rebajar las pensiones o incrementar las cotizaciones.
Básicamente quedan otras dos. La primera sería elevar la edad mínima de jubilación, que ahora es de 62 años, a 63 ó hasta 64,3 años para la generación de los nacidos en 1963. El problema es que Macron había afirmado que no subiría esa edad mínima.
La segunda consistiría en aumentar el periodo de cotización que da derecho a una pensión completa, que supondría trabajar 44,1 años para la generación de 1963, frente a los 42 años actuales.
El único sindicato que apoya por ahora la reforma de Macron, la Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT, el primero del país), ha amenazado con cambiar de tono y organizar movilizaciones si se adoptan ese tipo de medidas de aquí a 2025.
En paralelo, sindicatos más contestatarios, como la Confederación General del Trabajo (CGT), Fuerza Obrera (FO), la Federación Sindical Unitaria (FSU) y Solidarios están organizando huelgas y manifestaciones a partir del 5 de diciembre.