La séptima prórroga para la presentación del plan para salvar a la aerolínea Alitalia, en concurso de acreedores desde mayo de 2017, termina mañana y los potenciales interesados no han llegado a un acuerdo, por lo que la posibilidad de que soliciten un nuevo aplazamiento o incluso se plantee la hipótesis de la liquidación cobra fuerza.
El ministro de Desarrollo Económico, Stefano Patuanelli, dijo hoy sentirse "parcialmente optimista" y esperar la decisión de los administradores concursales en las próximas horas, aunque no es la primera vez que confía en una solución desde septiembre, cuando asumió el cargo, y los potenciales compradores ya han pedido desde entonces dos aplazamientos.
El Gobierno italiano está decidido a salvar a la que en el pasado fue una aerolínea de bandera, pero la empresa pública Ferrovie dello Stato, responsable de presentar un plan estratégico que poner en marcha con otros socios privados, no logra convencerlos.
Los tres principales sindicatos del país ya han anunciado una huelga de 24 horas para el 13 de diciembre a la que han llamado a todos los trabajadores del sector aéreo para protestar por la situación de callejón sin salida en la que se encuentra la aerolínea desde hace dos años y medio.
De hecho, la concesionaria Atlantia ya ha avisado de que no se dan actualmente las condiciones para que garantice su participación en el consorcio comprador, aunque ha matizado que no se retira de las conversaciones.
"Tras reconocer la falta de evolución significativa en los problemas evidenciados, la compañía informa de que no se dan las condiciones necesarias para que Atlantia se sume al consorcio que presentará una posible oferta vinculante para Alitalia", ha subrayado la compañía en una nota oficial.
La empresa, que controla junto con ACS la española Abertis, no se retira y mantiene su voluntad "de continuar las negociaciones para identificar a un socio industrial" que esté dispuesto a invertir en la aerolínea, que no tiene beneficios desde 2002, "y definir un plan comercial compartido, sólido y duradero".
Los más de 11.000 empleados de Alitalia esperan una solución mientras el futuro de la aerolínea se aleja.
Ferrovie ha pedido ya siete prórrogas desde enero de este año para presentar un plan con el que devolver la competitividad a Alitalia que involucre a otros grupos privados.
De momento, participan en las conversaciones Atlantia, propiedad de la familia Benetton, el Ministerio de Economía italiano y la aerolínea estadounidense Delta Airlines, que ya ha dejado claro que no se hará con más del 10 % de la sociedad, han explicado a
La aerolínea alemana Lufthansa, que mostró interés en el pasado por comprar algunos activos de Alitalia, indicó a principios de este mes que "no tiene interés inversor" dada "la situación actual" y ha pedido una reestructuración, que pasaría por una reducción de la plantilla.