Economía

David Neeleman, accionista privado de TAP, desmiente su salida de aerolínea

26 noviembre, 2019 20:06

Lisboa, 26 nov (EFECOM).- El empresario brasileño-estadounidense David Neeleman reafirmó hoy su compromiso y "entusiasmo" con la aerolínea portuguesa TAP, donde es uno de los accionistas privados, después de que la prensa financiera lusa avanzase que prepara su salida de la compañía.

“Hoy, tal y como en 2015 -cuando la compañía fue privatizada-, cuando nadie creía, estoy cada vez más entusiasmado con el futuro de TAP", aseguró en un comunicado, en el que criticó que las "especulaciones y otro tipo de maniobras en nada ayudan a este extraordinario proyecto tan relevante para Portugal".

Neeleman reaccionó así a las noticias recogidas hoy por la prensa financiera lusa, que aseguraba que el empresario, dueño de la aerolínea Azul, saldría de TAP durante el primer trimestre de 2020, después de la sucesión de resultados negativos de la compañía y un deterioro de su relación con el otro socio privado, Humberto Pedrosa.

El brasileño-estadounidense habría emprendido contactos con compañías como Lufthansa, British Airways o Air France para encontrar a quien pueda sustituirlo dentro de la estructura de TAP, según esta información.

"Actualmente TAP tiene accionistas privados totalmente comprometidos con el plano de crecimiento que se ha ido implementando. Yo personalmente en conjunto con Azul, empresa que controlo, creemos en el futuro de TAP y tenemos hoy derechos equivalentes a más del 70 % de los derechos económicos de TAP", señaló Neeleman.

Neeleman y el portugués Pedrosa conforman el consorcio Gateway, dueño del 45 % de TAP, en tanto que el Estado portugués posee un 50 % y el 5 % restante está en manos de los empleados.

TAP reveló la semana pasada unos resultados que revelan que entre enero y septiembre sufrió pérdidas de 111 millones de euros.

La empresa lo achacó a las "variaciones cambiarias, sin impacto en la Tesorería", y evitó cualquier referencia al resultado del periodo homólogo de 2018, lo que no impidió que creciera el malestar por el encadenamiento de resultados negativos, embrión de la tensión creciente entre los socios privados y el Gobierno luso.

La prensa portuguesa publicó en septiembre que la relación entre ambas partes estaba al límite, después de conocerse los resultados del primer semestre con pérdidas de 119,7 millones, un empeoramiento sustantivo de la situación si se tiene en cuenta que superaba los números rojos de todo 2018.

La tensión entre el Gobierno portugués y TAP comenzó a subir el pasado junio, cuando se supo que la aerolínea había entregado primas económicas a un grupo de trabajadores a pesar de haber sufrido pérdidas de 118 millones durante 2018.