El Parlamento alemán aprueba los Presupuestos de 2020 con inversiones récord
El Parlamento alemán aprobó hoy con los votos de la coalición de Gobierno los Presupuestos para 2020 que contemplan inversiones por valor de 42.900 millones de euros, lo que representa un aumento del 10 % respecto al año anterior para alcanzar un nivel récord.
La mayor parte de las inversiones estarán destinadas a investigación y ciencia con el propósito, según el Gobierno, de preparar a Alemania para la transformación digital y los cambios en la movilidad y en la generación de energía.
Parte de las inversiones deberán destinarse a la mejora de la vías férreas, de la red de carreteras y de las sendas para bicicletas.
No obstante, la canciller Angela Merkel ha advertido en diversas ocasiones que hay muchas inversiones que no se realizan, pese a que hay fondos suficientes, por problemas en la planificación y porque actualmente las empresas de construcción están trabajando al límite de sus capacidades.
Para 2020 se prevén gastos por valor de 362.000 millones de euros, 5.600 millones más que en 2019.
Pese al claro aumento del gasto se cuenta con que se podrá mantener el presupuesto equilibrado por séptimo año consecutivo.
Sin embargo, para no incurrir en el déficit, el Gobierno recurrirá a reservas acumuladas en años anteriores.
Así, por ejemplo, se utilizarán 10.600 millones de euros de un fondo especial que se creó en medio de la crisis migratoria para gastos imprevistos.
La mayor parte del gasto corre por cuenta del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, con 150.000 millones de euros.
Eso se debe en buena parte a los 100.000 millones destinados al sistema de jubilaciones.
El presupuesto de Defensa, el segundo más grande, alcanza los 44.100 millones de euros, lo que equivale al 1,42 por ciento del PIB.
La coalición tiene como meta aumentar el gasto en defensa hasta 2024 al 1,5 por ciento del PIB.
Alemania ha recibido reiteradas críticas de parte de los socios de la OTAN, especialmente de EE.UU., por su gasto en Defensa que está lejos de la meta del 2 por ciento del PIB, acordada en la organización.
El Parlamento aprobó también el plan financiero a medio plazo hasta 2023.