Calviño y Botín (Santander) coinciden en la necesidad de una taxonomía para definir qué es verde y qué no lo es
- La ministra resalta la importancia definitiva de las inversiones públicas para mejorar las infraestructuras
- La banquera asegura que hay liguidez y capital disponible en los mercados pero advierte de riesgos
La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha reclamado a las instituciones públicas la concreción de una "taxonomía" que determine la financiación sostenible para lograr una transición real a la economía 'verde'.
Así lo ha puesto de manifiesto Botín en un panel de alto nivel sobre 'La necesidad de movilizar al sector privado para financiar la transición' celebrada en el marco de la COP25 de Madrid.
La banquera ha asegurado que hay liquidez y capital disponible en los mercados, pero ha hecho referencia a la existencia de algunos riesgos como la falta de líneas claras o los regulatorios, con sucesivos cambios en los incentivos que proponen los gobiernos.
En esta misma línea se ha pronunciado la ministra de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño, quien también ha participado en la mesa junto a otras personalidades como el presidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Werner Hoyer, o el del Banco Mundial, Axel Van Trotsenburg.
Calviño ha apuntado a la taxonomía como pilar fundamental para lograr la transición 'verde', y esclarecer qué es verde y qué no lo es, evitando dudas y otorgando seguridad a las inversiones.
Al mismo tiempo, ha resaltado la importancia "definitiva" de las inversiones públicas para mejorar las infraestructuras o los mercados y la necesidad de ser "ambiciosos" en la elaboración de políticas nacionales, con miras a largo plazo.
En este sentido, Calviño ha subrayado que el Estado, a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), ha sido quien ha abierto el camino con la emisión de bonos verdes para financiar la inversión pública en el ámbito de la transición ecológica.
Por otro lado, el presidente del BEI, Werner Hoyer, el del Banco Mundial, Axel Van Trotsenburg, el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis y el ministro de energía de Australia, Angus Taylor, han señalado la necesidad de sentar las bases con un estándar global.