Solo en el mercado español existen 77.400 establecimientos franquiciados de 1.376 marcas diferentes. En nuestro país este negocio genera 27.700 millones de facturación y crea 294.000 puestos de trabajo directos. Pese a lo atractivo de los números, no se trata de un trabajo sencillo.
En este tipo de negocio, el franquiciador (dueño del concepto del negocio) cede al franquiciado (comprador) el derecho a explotar su concepto de negocio tras haber probado que funciona con éxito. Por ello puede usar el nombre de la marca, sus productos y ofrecer los mismos servicios, siempre en línea con el concepto desarrollado por el franquiciador.
Conviene estar bien asesorado y tener apoyo económico. Informarse de las ventajas que los bancos nos ofrecen parece un primer paso lógico. Banco Sabadell lleva desde el año 1997 apostando por dar su apoyo tanto a franquiciados como empresas franquiciadoras. Actualmente trabaja con 900 marcas en activo a través de Sabadell Franquicias, financiando proyectos y también ayudando a las marcas en su expansión y desarrollo, dándoles la mejor solución financiera a su red de franquiciados actual y futura, lo que la sitúa como entidad líder y referente del sector. Además, cuenta con la garantía de ser uno de los primeros socios colaboradores de la Asociación Española de Franquiciadores, nacida hace 23 años.
Este reconocimiento, entre otras cosas, le viene dado porque Sabadell Franquicias ofrece un servicio especializado en este modelo de negocio, actúa como interlocutor único con el franquiciador para poder ocuparse de todos los trámites y realiza un exhaustivo seguimiento de los expedientes de financiación, dando respuestas rápidas que sirven para conocer la marca.
Todo esto se traduce en más facilidades para el franquiciado, quien accede de forma más ágil a su financiación y con un coste preferencial de cuya negociación se encarga directamente el banco.
En tan solo 7 días sabrá si su solicitud es aceptada. Si la respuesta es un sí, tendrá a su lado a un asesor que le acompañará incluso en decisiones más complejas y a largo plazo, como internacionalizar el negocio.
¿Por qué apostar por una franquicia?
A la hora de escoger en qué franquicia invertir nuestro dinero debemos contar con garantías de que se trata de un negocio que puede ser clonado, que se adapta a diferentes zonas y con éxito probado.
Restaurantes, marcas de ropa, servicios de belleza… Sea cual sea el modelo que más nos interese, hay una serie de ventajas a la hora de apostar por una franquicia si queremos abrir un negocio:
- Al no partir de cero con una marca desconocida el riesgo empresarial es menor.
- Tendrás un negocio propio sin necesidad de contar con experiencia empresarial.
- No es necesario crear una cultura o modelo de negocio. El ‘know-how’ viene con la compra.
- Cuentas con una imagen de marca y un nombre propio desde el primer momento.
- El franquiciador te aconsejará a la hora de buscar un local, escoger el equipamiento, formar al personal, etc. También te dará apoyo con publicidad y marketing.
- Tu franquicia tendrá una zona geográfica exclusiva, lo que se traduce en menos competencia.
Si quieres iniciar tu propio negocio con mayores garantías de éxito, sin necesidad de invertir tiempo o recursos en pensar un nuevo modelo, una estrategia de marketing e ir sobre seguro, hacerte con una franquicia puede ser una decisión a valorar. Y dejarte asesorar por Banco Sabadell, con su experiencia y saber hacer en este sector, es la mejor forma de arrancar.