Ocho claves del proyecto renovable más ambicioso en España
El cambio climático es un desafío real y requiere de una actuación urgente, en la que la electricidad proveniente de fuentes renovables es la clave de la solución. 2019 se ha convertido en un año para recordar, en el que las renovables registraron en España un récord de capacidad instalada, así como de producción; se convirtieron en eje central de las estrategias y planes energéticos de Europa y el PNIEC; y se consolidaron como las tecnologías más eficientes y competitivas para combatir la emergencia climática. Las renovables contribuyen al cuidado del entorno y contribuyen a dinamizar la innovación, el tejido industrial y el empleo. Como ejemplo, las ocho claves que explican el proyecto renovable más ambicioso que se desarrolla en estos momentos en España.
3.000 MW nuevos a 2022 y hasta 10.000 MW para 2030
Iberdrola es el primer productor eólico en España, pero ha decidido seguir apostando por liderar la transición energética con un nuevo plan inversor en energías renovables en nuestro país que le llevará a instalar 3.000 MW nuevos -tanto eólicos como fotovoltaicos- a 2022. Hasta 2030, las previsiones de la compañía apuntan a la instalación de 10.000 nuevos MW. Estas actuaciones permitirán la creación de empleo para 20.000 personas. El desarrollo de estos proyectos -y otros relacionados con las redes inteligentes y almacenamiento a gran escala- requerirá de una inversión de 8.000 millones de euros. En el mundo, Iberdrola invertirá 10.000 millones de euros cada año para seguir avanzando hacia un mundo totalmente descarbonizado.
Un plan y muchas realidades
Durante 2019, la compañía ha pisado el acelerador en su proceso de inversión en renovables en España y, en la actualidad, construye o tiene en tramitación más de 4.000 MW, eólicos y fotovoltaicos, en regiones como Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Navarra, Aragón, Murcia, Cantabria y Andalucía. Entre sus proyectos, se encuentran plantas singulares y de gran envergadura, como por ejemplo Núñez de Balboa (Badajoz), la planta fotovoltaica en construcción más grande de Europa, con una capacidad instalada de 500 MW. Entre los eólicos más recientes destaca el complejo Cavar: sus 111 MW de potencia instalada lo convierten en uno de los mayores desarrollados por la energética en España.
Proyectos dinamizadores del tejido industrial y el empleo local
Los proyectos renovables de Iberdrola baten récords también como dinamizadores del tejido industrial y el empleo en las regiones donde se desarrollan. La inversión prevista en Extremadura ha convertido, por ejemplo, a esta región en el centro de la estrategia renovable de la compañía en España. En Núñez de Balboa, las compras realizadas a la treintena de proveedores que colaboran en su ejecución se han elevado a 227 millones de euros. La planta fotovoltaica ha registrado puntas de empleo de hasta 1.200 trabajadores; un 70% de ellos extremeños y, muchos de ellos, provienen de los municipios que acogen el proyecto: Usagre e Hinojosa del Valle, en Badajoz.
Innovación para aprovechar el potencial de las renovables
Mientras invierte en nuevos proyectos, Iberdrola explora también -entre otros proyectos- sistemas de almacenamiento energético para mejorar la integración de las renovables en el sistema. En España, la compañía va a desarrollar las dos primeras plantas fotovoltaicas con sistema de almacenamiento: Puertollano II, en Ciudad Real, y el complejo Campo Arañuelo (150 MW), el próximo proyecto que la compañía iniciará en Extremadura a principios de 2020. Con esta fórmula, se conseguirá una mayor gestionabilidad de las plantas y la optimización de las estrategias de control.
Acuerdos bilaterales y consumo sostenible
Iberdrola es un referente internacional en el ámbito de acuerdos de compraventa de energía a largo plazo (PPA, Power Purchase Agreement) en mercados como España, Estados Unidos y México, procedentes de proyectos eólicos y fotovoltaicos de más de 1.500 MW. En España, la compañía ha promovido esta modalidad, con carácter pionero, entre grandes clientes del sector de banca, telecomunicaciones, distribución, alimentación y marcas deportivas, con el fin de promover un suministro de energía a precios asequibles y estables entre empresas comprometidas con un consumo sostenible. Así, por ejemplo, el PPA firmado con HEINEKEN, asociado a la planta fotovoltaica que la compañía construye en Andévalo (Huelva), convertirá a la cervecera en la primera que elabora sus productos solo con energías renovables. Otro más: parte de la producción del complejo eólico Cavar -que Iberdrola levanta en Navarra- abastecerá de energía limpia las instalaciones de Nike en Europa.
Financiación verde para acelerar la transición energética
Junto al establecimiento de objetivos de emisiones y la implementación de una estrategia industrial y fiscal ambiental, los instrumentos de financiación verde permitirán avanzar en la descarbonización de nuestra economía y la mitigación de calentamiento global. Iberdrola es el principal emisor corporativo de bonos verdes en el mundo, asociados en su mayoría a proyectos renovables. En 2014, se convirtió en la primera empresa española en cerrar una colocación verde y, desde entonces, ha emitido bonos verdes por valor de 9.500 millones de euros. En España, solo en 2019, Iberdrola ha cerrado un acuerdo de financiación verde junto al BEI y el ICO para el proyecto Núñez de Balboa y un préstamo verde con el BEI para el desarrollo del complejo eólico Cavar.
Por la energía sostenible desde hace 20 años
Iberdrola detectó hace casi dos décadas la necesidad de aportar soluciones sostenibles al modo en el que se produce y consume electricidad. Desde entonces, lleva conduciendo la transición energética con una inversión acumulada cercana a los 100.000 millones de euros. En España, es el primer promotor eólico y líder en energía renovables, con más de 16.000 MW instalados; un volumen que en el mundo se eleva a más de 30.300 MW y convierte a su parque de generación en uno de los más limpios del sector energético. En su avance hacia un futuro sostenible, el grupo ha asumido sus propios compromisos de descarbonización y se ha marcado como objetivo tener una intensidad de emisiones prácticamente nula en Europa para 2030 y ser neutra en carbono en 2050 a nivel global. Actualmente, sus emisiones son una cuarta parte de la media del sector eléctrico europeo.
Proyectos alineados con los ODS
Un proyecto renovable suministra energía asequible y no contaminante (Objetivo 7) y colaboran en la acción por el clima (Objetivo 13). Sólo Nuñez de Balboa, por ejemplo, generará energía limpia suficiente para abastecer a 250.000 hogares y evitará la emisión a la atmósfera de 215.000 toneladas de CO2 al año. Otro ejemplo, los nuevos proyectos renovables de Iberdrola en Andalucía -1.1000 MW nuevos, con los que duplicará su capacidad renovable actual en la región- abastecerán de energía verde a una población equivalente a 600.000 hogares; similar a la de la ciudad de Málaga. Con el despliegue de instalaciones renovables, se desarrollan infraestructuras fiables y sostenibles (Objetivo 12); se promueve una industrialización inclusiva y sostenible (Objetivo 9) y se generan nuevas oportunidades para la industria y el empleo (Objetivo 8). Además, contribuyen a la salud y el bienestar (Objetivo 3), promueven comunidades sostenibles (Objetivo 11) y ecosistemas terrestres (Objetivo 15) y son ejemplo de cómo las alianzas son clave para el logro de los objetivos (Objetivo 17).