Madrid, 31 dic (EFECOM).- La Bolsa española ha cerrado el año con un alza del 11,82 %, la mayor desde 2013, aunque termina con el resultado más discreto entre los principales mercados europeos por el mayor peso en el índice del sector bancario, lastrado por el escenario de tipos de interés negativos.
El principal indicador del mercado español, el IBEX 35, ha terminado esta última sesión del año -más corta de lo habitual- con un recorte del 0,66 % hasta 9.549,20 puntos, lejos del máximo anual del viernes pasado (9.700,50 enteros) y más de 1.000 puntos por encima de la apertura del ejercicio.
La renta variable se ha convertido en un buen refugio para los inversores en un año con resultados empresariales positivos y con una rentabilidad por dividendo atractiva, máxime en un escenario de tipos de interés negativos, tal como destaca Javier Niederleytner, profesor del máster de Bolsa del IEB.
La volatilidad fue otra constante del año, debida sobre todo a los dos grandes asuntos que tuvieron en vilo a los mercados, la guerra comercial y el "brexit". Pese a todo, la renta variable sigue siendo el activo con la mejor relación rentabilidad-riesgo, según la directora de Análisis de Renta4, Natalia Aguirre.
Todos los grandes mercados europeos han terminado el año con avances superiores al español: Londres -pese al ruido provocado por el "brexit"- cierra con una ganancia del 12,10 %, Fráncfort ha avanzado el 25,48 %, París ha subido el 26,37 % y Milán, el 28,28 %.
También las bolsas americanas han marcado mejores registros anuales, con avances del 22 % en el Dow Jones, del 28,5 % en el S&P y del 37,60 % en el tecnológico Nasdaq. Los tres indicadores están en zona de máximos históricos.
El resultado más ajustado de los valores españoles se debe, sobre todo, al mayor peso del sector bancario en el IBEX (pondera un 26,5 % frente al 17,4 % del Euro Stoxx), pero también ha influido el calendario político, con dos elecciones generales en el año.
Ya en las dos últimas sesiones del año pesó el anuncio del pacto de Gobierno entre el PSOE y Podemos, que recoge subidas de impuestos, la creación de la llamada "tasa Google" y el impuesto a las transacciones financieras, que gustan poco en los mercados.
Los grandes asuntos que han focalizado el interés de los inversores en el ejercicio han sido las políticas monetarias expansivas tanto del BCE como de la Reserva Federal, el enfrentamiento comercial entre Estados Unidos y China, la desaceleración de la economía mundial y el "brexit".
Las actuaciones de los bancos centrales, que en lugar de poner fin a las políticas expansivas como se preveía a comienzo del año las confirmaron sin horizonte final, responden sobre todo al miedo a que la desaceleración -derivada en parte de la guerra comercial- se convirtiera en recesión.
Los temores no se han confirmado de momento, pero lo cierto es que especialmente Europa se vio muy castigada por la batalla comercial, porque se trata de una economía muy volcada al exterior, sobre todo la alemana, que sí anda coqueteando con el crecimiento negativo.
Por eso, las noticias que estos últimos días apuntan que la firma de la fase uno entre EE.UU. y China podría producirse a principio de 2020 han destensado algo la situación.
También hubo cierto alivio con el resultado de las elecciones británicas del pasado 12 de diciembre, que dieron una victoria clara a Boris Johnson, porque -pese a que es un perfil que no gusta entre los inversores- consiguió un resultado claro para gestionar la salida.
En el mercado español, las mejores compañías del año han sido Cellnex, que gana el 94,87 %, Ferrovial el 57,08 %, Siemens el 47,21 % e Inditex, el 45,29 %.
Otros nueve valores cierran con plusvalías anuales de más del 20 % por lo que la directora general de CMC Markets, Sara Carbonell, alerta de que puede haber casos de sobrevaloración.
Mientras, los peores han sido Ence, con un recorte del 31,47 %, Bankia ha perdido el 21,91 %, Arcelormittal el 14,08 % y Telefónica, el 10,17 %.
En divisas destaca la depreciación del euro frente al dólar en un 2,4 %, castigado por el culebrón del "brexit" y por la fuerte desaceleración de la economía de la eurozona, y el final de año más que aceptable de la libra, que ha ganado en torno a un 3 % contra el dólar.
En el mercado de deuda, lo más significativo ha sido la entrada de la deuda alemana en rentabilidades negativas, en las que está instalada desde la segunda mitad de marzo, y la fuerte caída de intereses en los países llamados periféricos, entre ellos España.
El petróleo ha sufrido altibajos al calor de las noticias sobre la desaceleración y sobre todo tras el ataque a una refinería en Arabia, pero cierra el año con un fuerte ascenso, desde los 53,80 dólares en que cerró 2018 a los 66,15 de esta sesión (en el momento de cierre de los mercados en España).