Luca de Meo se apea de Seat tras catapultarla hacia el éxito en tiempo récord
Tras catapultar a Seat hacia el éxito empresarial en solo cuatro años, Luca de Meo se apea de la compañía tras cerrar un 2019 de récord tanto en ventas como en producción, lo que se traducirá en los mayores beneficios obtenidos nunca por la marca, con sede en Martorell (Barcelona).
Aunque de momento sólo se ha anunciado que abandona la presidencia de Seat, se da por hecho en el seno de la compañía que el directivo italiano dará su adiós definitivo al Grupo Volkswagen para fichar por la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, un coloso del mundo del automóvil que podría liderar en otro tiempo récord, dos años.
De Meo está pendiente de cerrar con el consorcio alemán los últimos flecos de su salida y ha preferido hacerlo apartándose de la primera línea en la toma de decisiones de la compañía en el competitivo mundo de la industria automovilística, según aseguran las fuentes consultadas.
Nacido en Milán en 1967, el directivo italiano cuenta con más de 25 años de experiencia en el sector del automóvil y, a la manera de un Rey Midas, ha ido convirtiendo en oro todo aquello que ha tocado: desde sus primeros pasos en Renault hasta Toyota Europa, el Grupo Fiat, Abarth y el Grupo Volkswagen.
Cuando el consorcio alemán le encomendó en noviembre de 2015 la dirección de su filial española, este italiano que habla cinco idiomas, entre ellos español, sacó la varita y empezaron a pasar cosas que sacaron a Seat de los números rojos, llevándola por una senda de beneficios crecientes.
Jürgen Strackmann, que le dio el relevo tras pilotar durante poco más de dos años la nave, había puesto los cimientos de la nueva Seat, con incrementos de ventas del 22 % pero el grupo alemán le requirió para otro puesto al estallar el "dieselgate".
El ascenso hacia los beneficios arrancó en 2016, y en 2017 culminó la mayor ofensiva de productos realizada hasta entonces por la marca, con el nuevo Ibiza, el lanzamiento del Arona -el primer SUV (todoterreno urbano) estrenado un año antes-, y el renovado León.
En el último ejercicio cerrado -el de 2018- Seat, que tiene en Martorell (Barcelona) la fábrica de coches más grande de España, obtuvo casi 294 millones de beneficios, con un volumen de negocio que rozó los 10.000 millones, mientras que este 2019 ha ido encadenando récords de producción (unas 505.000 unidades) y ventas (había entregado 542.000 coches hasta noviembre).
En el último Salón Internacional del Automóvil de Fráncfort (Alemania), de Meo adelantaba ya que cerrarían 2019 con otro año de récord, también en cuanto a beneficios, tras convertirse en una de las marcas con más crecimiento en Europa pese a la ralentización económica.
Los nuevos retos pasan por concluir la ofensiva de productos de nulas o bajas emisiones, con un calendario de lanzamientos que incluye media docena de nuevos modelos cien por cien eléctricos o híbridos enchufables entre 2020 y 2021.
Entre los últimos logros de deo Meo, destaca la creación de una división en Seat que se encargará de desarrollar los productos y servicios pensados para la movilidad urbana y que trabajará para todo el grupo Volkswagen.
Seat Urban Mobility está pensada para dar respuesta a la nueva demanda de vehículos que facilitarán los movimientos de las personas en las ciudades, en especial de los más jóvenes, que buscan formas más asequibles, fáciles de usar y pensadas para compartir.
En este nuevo papel como líder en movilidad urbana, la marca española ha lanzado ya productos inéditos para ella como un nuevo patinete eléctrico, y ha anunciado una moto eléctrica en colaboración con el fabricante Silence para 2020.
Entre los retos de Seat para este año recién estrenado, destaca la desaceleración económica, el incremento de los costes de I+D por la apuesta por la electrificación y la exigente normativa europea de emisiones de dióxido de carbono (CO2).