Pekín, 14 ene (EFECOM).- El renminbi (nombre oficial del yuan, la divisa nacional china) aumentó su valor frente al dólar en un 0,45 % al situarse en 6,8954 unidades -máximos desde agosto- frente a la moneda estadounidense apenas horas después de que Washington decidiese dejar de considerar a China como manipulador de divisa.
La tasa diaria fijada por el Banco Popular de China (BPC, central) es 0,0309 yuanes superior a la establecida ayer. Esta institución no permite que el yuan fluctúe más de un 2 % con respecto a la cifra de referencia marcada cada día.
El Gobierno de Estados Unidos había incluido a Pekín en su lista de "manipuladores de divisas" el pasado 5 de agosto después de que el BPC dejase caer al yuan por debajo de la barrera psicológica de las siete unidades por dólar por primera vez en más de una década, algo que fue interpretado como una respuesta a los nuevos aranceles a productos chinos anunciados por Washington cuatro días antes.
No obstante, ayer el Ejecutivo dirigido por Donald Trump anunció que ya no seguiría incluyendo a China en dicha lista como gesto de buena voluntad antes de la firma de la "primera fase" del acuerdo para resolver la guerra comercial, que se llevará a cabo mañana en la capital estadounidense.
"China ha llevado a cabo compromisos verificables para evitar devaluaciones competitivas, a la vez que promoverá transparencia y responsabilidad", afirmó el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, en un comunicado.
Eso sí, la sospecha sobre China no ha cejado sino que se ha reducido, ya que pasará a formar parte de una "lista de vigilancia" en la que Washington clasifica a aquellos socios comerciales que merecen "atención especial" por sus prácticas monetarias.
La agencia estatal china de noticias Xinhua reconocía que el refuerzo del yuan frente al dólar se produjo justo después del gesto de Estados Unidos, aunque citó a una analista que achacaba la revalorización de la divisa nacional a la "mejora de la inercia económica" en el país y a los "ajustes contracíclicos del Gobierno".
Tras 22 meses de guerra comercial y el consiguiente intercambio de aranceles, Trump anunció a mediados de diciembre el cierre de la primera fase de un pacto con China.
El acuerdo implica, no obstante, que se mantienen aranceles estadounidenses del 25 % a importaciones chinas valoradas en 250.000 millones de dólares, junto con unos gravámenes reducidos del 7,5 % a importaciones adicionales valoradas en aproximadamente 120.000 millones de dólares.
Las negociaciones entre ambas partes han sufrido varios sobresaltos, con informaciones contradictorias y críticas veladas, desde que en octubre se anunció un principio de acuerdo.
Las tensiones comerciales entre las dos mayorías economías mundiales, que comenzaron en marzo de 2018, han tenido profundas consecuencias.
En sus últimas previsiones de crecimiento mundial, publicadas en octubre, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajaba sus proyecciones de expansión al 3 % para 2019, dos décimas menos que en julio, lastradas por las dudas que ha generado esta disputa.