Economía

Los precios al consumidor en Argentina subieron un 53,8 % en 2019

15 enero, 2020 20:49

Buenos Aires, 15 ene (EFECOM).- Los precios al consumidor en Argentina acumularon el año pasado una subida del 53,8 %, superando la inflación registrada en 2018, informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Según el organismo oficial de estadísticas, los precios registraron en diciembre pasado un incremento del 3,7 % respecto de noviembre.

Esta subida del 53,8 % supera la inflación del 47,6 % registrada en 2018 y es la mayor desde 1991, cuando los precios al consumidor se incrementaron un 84 % tras la hiperinflación de 1989 y 1990.

El incremento del 3,7 % en diciembre respecto al mes anterior representa una desaceleración respecto al alza del 4,3 % de noviembre, cuando los precios habían acelerado su ritmo de crecimiento.

De acuerdo con el informe oficial difundido este miércoles, los bienes tuvieron el mes pasado una variación positiva del 3,3 % en comparación con noviembre, mientras que los servicios aumentaron un 4,5 %, unos datos que ascienden al 58,4 % y al 45,7 %, respectivamente, en el acumulado anual.

Entre las subidas registradas en 2019 destacan las de los alimentos y bebidas (56,8 %) y los gastos de salud (72,1 %), en particular el precio de los medicamentos (85 %).

Por regiones, la tasa más alta se registró en el noreste de Argentina, donde los precios acumularon un alza del 57,6 % en 2019.

La alta inflación que registra Argentina se da en un contexto de recesión económica, con una caída en la actividad del 2,5 % en 2018, y que se profundizó en 2019, con una contracción que había sido del 2,8 %, según cálculos privados.

Las últimas proyecciones privadas que recaba mensualmente el Banco Central calculan que la inflación será del 42,2 % en 2020.

El Gobierno del presidente Alberto Fernández, que asumió la Presidencia argentina en diciembre pasado, ha advertido que llevará tiempo bajar la tasa de inflación anual a niveles de un dígito y sostiene que el problema no debe ser atacado sólo con la política monetaria sino con una estrategia macroeconómica "integral".