La agencia de rating Standard & Poor’s (S&P) pasa revista a la economía española. Y lo hace en un momento en el que el nuevo Gobierno se ha marcado el objetivo de recuperar la confianza de los inversores internacionales, muy dañada tras prácticamente cinco años de ‘parón’ en las reformas estructurales.
Es cierto que la firma de calificación prefiere abandonar, de momento, las críticas hacia el nuevo Gobierno. Pero tiene claro los puntos que no se deben traspasar para que el rating de la economía española se mantenga en su nota soberana actual en ‘A/Stable/A-1’. Para empezar, S&P advierte de que derogar por completo la reforma laboral afectaría negativamente al rating del país. “Si el Gobierno vuelve a la estructura laboral anterior a 2010 perjudicaría al rating”, explica Marko Mrsnik, especialista en rating soberano de S&P.
El experto considera que también sería un error que la negociación colectiva se realizase a nivel sectorial y no empresarial, una idea que iría en contra de los intereses de los sindicatos que, precisamente, defienden que los convenios sectoriales primen sobre cualquier otro. “En Italia hay un mercado laboral más rígido precisamente porque la negociación es sectorial”, explica Mrsnik.
A pesar de la advertencia,S&P esperará los próximos movimientos del Gobierno para futuros movimientos en la nota del país. En este sentido, la agencia sí valoraría positivamente las medidas del Ejecutivo si van encaminadas a mejorar algunos aspectos del mercado de trabajo nacional, como la elevada temporalidad, la precariedad o el alto desempleo juvenil. De hecho, el Gobierno ha indicado en varias ocasiones que solo eliminará los aspectos más lesivos de la reforma laboral de 2012, aunque todavía se desconocen los puntos concretos que se tocarán.
La agencia de calificación también considera que el Gobierno de coalición cuenta con margen suficiente para subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) sin perjudicar el empleo. “La subida aún está lejos del 60% del salario medio internacional y los beneficios empresariales han mejorado en los últimos años, por lo que es una medida que no tendría consecuencias negativas sobre la tasa de desempleo”, explican los expertos.