Boeing sufre su primer año de pérdidas en dos décadas debido a los 737 Max
Nueva York, 29 ene (EFECOM).- El gigante aeronáutico estadounidense Boeing sufrió este 2019 su primer año de pérdidas en más de dos décadas, reflejo de los "tiempos difíciles" que atraviesa, en palabras de sus directivos, desde que dos accidentes de su avión 737 Max obligaron a paralizar la flota en todo el mundo.
Boeing cerró el pasado ejercicio con pérdidas de 636 millones de dólares -un fuerte contraste con los beneficios de más de 10.000 millones que obtuvo en 2018- y un descenso del 24 % en las ventas anuales, que se situaron en 76.559 millones, fruto del parón en las entregas y la producción de que fue su modelo estrella.
Según el informe financiero que divulgó hoy Boeing, la factura de la crisis de los 737 Max asciende ya a casi 19.000 millones: ha previsto una mayor compensación para sus clientes, hasta 8.300 millones de dólares; revisado sus costes de producción, hasta 6.200 millones, y estimado que retomarla le supondrá otros 4.000 millones.
Entretanto, las entregas totales de aviones comerciales, que en 2018 batieron un récord con más de 800 unidades, se redujeron el año pasado a menos de la mitad, 380. Con la fabricación de los Max en pausa desde este mes, Boeing tiene almacenados y sin entregar unos 400 de estos aparatos.
El nuevo consejero delegado desde hace apenas dos semanas, Dave Calhoun, dijo esta mañana en una conferencia telefónica que son "tiempos difíciles y hay mucho trabajo por hacer" tanto con las autoridades, que han de aprobar la recertificación del aparato, como con los clientes y los proveedores impactados por el veto.
La semana pasada, Boeing aplazó por enésima vez el "retorno" de los aviones hasta "mediados de 2020" y hoy Calhoun insistió en que son estimaciones y que "las fechas y las condiciones" de esa vuelta al servicio las tiene que decidir la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos.
El jefe financiero de la aeronáutica, Greg Smith, advirtió de que Boeing está "manteniendo su plantilla y pagando a proveedores" para garantizar "estabilidad a largo plazo", pero su liquidez va a verse afectada hasta 2021 y este año más que el anterior, pese a haber logrado recientemente un préstamo de 12.000 millones de la banca.
Durante la conferencia, los directivos señalaron entre los retos de la firma la aprobación del 737 Max pero también el "entorno global de comercio, que ha supuesto complicaciones en la planta de producción de aviones de cuerpo ancho y, en concreto, del modelo 787", cuya producción se va a ralentizar más de lo previsto.
Asimismo, dijeron que hay un crecimiento más moderado en el tráfico aéreo de pasajeros; que se han reducido los volúmenes de flete de mercancías por los conflictos comerciales y que se debe observar "el impacto del coronavirus" sobre las operaciones aéreas.
En cuanto a los datos del cuarto trimestre, en los que más se fijó hoy Wall Street, las pérdidas entre octubre y diciembre ascendieron a 1.010 millones. El año anterior, en ese mismo tramo el beneficio fue de 3.424 millones.
La bajada en la facturación en los últimos tres meses fue del 37 %, hasta los 17.911 millones, principalmente debido a esa menor entrega de aviones y al dinero apartado para compensaciones, pero esa cifra superó las expectativas de los analistas, igual que la de la pérdida trimestral por acción, que fue de 1,79 dólares.