Madrid, 5 feb (EFECOM).- El ex consejero delegado de la cadena de supermercados DIA, Antonio Coto, era conocedor de las irregularidades contables practicadas en Brasil, país del que fue responsable durante dos décadas por su cargo de máximo dirigente en América Latina, y pidió poner orden las cuentas nada más asumir su nuevo cargo.
"Limpiadme la mierda antes de que acabe el mes de octubre", dijo Coto a dos de los directivos de DIA Brasil de acuerdo con el informe forense elaborado por EY sobre las irregularidades detectadas en el grupo, al que ha tenido acceso Efe.
La instrucción literal de Coto fue revelada a EY por sus dos interlocutores y se dio en una reunión celebrada a finales de septiembre de 2018, justo un mes después de ser nombrado CEO de DIA a nivel global en sustitución de Ricardo Currás.
El documento refleja el ambiente de desconfianza que reinaba entre la cúpula directiva de la división brasileña de la compañía entre 2017 y 2018 -cuando los resultados de la filial eran peores de lo previsto-, y revela incluso la grabación de reuniones al más alto nivel por parte de directivos.
La investigación de EY -incorporada a la investigación abierta por la Comisión Nacional del Mercado de Valores- detalla las irregularidades cometidas para maquillar las cuentas de DIA Brasil, con un impacto en su Ebitda de 53 millones de euros, cifra que fue compensada parcialmente por otros ajustes positivos de 41 millones hasta arrojar un saldo negativo de 12 millones.
Vinicius Zelande, quien fuera director comercial de la firma, denunció prácticas irregulares en la filial brasileña bajo el liderazgo de su máximo responsable, Freddy Wu, en diciembre de 2018.
Entre las prácticas detectadas, la investigación forense comprobó que se cargaron "cargos ficticios a proveedores", lo que provocó entonces "numerosas reclamaciones y conflictos".
De hecho, cerca de un 35 % de sus proveedores en el país decidió cortar el suministro, lo que provocó desabastecimiento en las tiendas.
Además, otra maniobra dirigida a falsear las cuentas fue la de no contabilizar las facturas de gastos indirectos una vez el presupuesto para este capítulo superaba el importe previsto, generando "desvíos" que apuntaba una mesa de control creada a tal efecto.
Los responsables de DIA Brasil también optaron por elevar las cifras de ingresos por encima de su valor real al apuntar ventas a mayoristas como si fueran a particulares.
"Las tiendas donde se producía la venta no disponían de suficiente cantidad como para atender los volúmenes solicitados por los mayoristas, por lo que la entrega de la mercancía se realizaba desde los almacenes de DIA en Brasil (...) Esta operativa es irregular conforme a la legislación en el país", advierte el informe.
A ello se sumaba el retraso intencionado de la contabilización de las compras y los pagos a proveedores de bienes de equipo.
El documento de EY recoge igualmente la advertencia de otro de los directivos implicados, que en una reunión alerta de que este tipo de acciones son "un fraude contable".
El informe del auditor señala que no existe "evidencia" de que los empleados y directivos responsables de las irregularidades registradas en DIA España "participaran o fueran conocedores" de lo ocurrido en Brasil.