El informe de EY apunta a Currás como el cabecilla de las irregularidades en Dia
El informe forense elaborado por EY sobre las irregularidades contables cometidas en Dia señala al que fuera su consejero delegado Ricardo Currás como el ideólogo de un esquema montado para maquillar las cuentas de la compañía.
El documento, al que ha tenido acceso Efe, revela todo un rosario de prácticas dirigidas a "alterar artificialmente" los resultados de la firma y no desviarse de los objetivos marcados tanto en España como en Brasil, en este último caso bajo la responsabilidad de Antonio Coto, quien sustituyó a Currás en el cargo apenas unos meses tras su cese en 2018.
Los técnicos de EY afirman que las maniobras dirigidas a maquillar los resultados fueron "instruidas y promovidas por Currás con la participación de Antonio Arnanz, ex director financiero; Juan Cubillo y Luis Martínez, anteriores responsables de la dirección comercial; y con el conocimiento total o parcial de Amando Sánchez", en la práctica el número dos del grupo.
"Currás mantenía reuniones de cierre mensuales donde comunicaba la cantidad que había que registrar en concepto de complemento de ingresos accesorios y de regularización de entradas de mercancías sin atender a ningún criterio económico o contable distinto al de llegar a un Ebitda en línea con lo presupuestado", reza el informe.
En él también se recogen conversaciones y correos electrónicos que reflejan las dudas que generaban estas prácticas entre algunos directivos, aunque varios de ellos aseguran que no lo hicieron saber por temor a las represalias.
Las maniobras registradas apuntan a un intento de Currás por aplazar los problemas al ejercicio siguiente para mejorar aparentemente la cuenta de resultados del grupo, que en aquel momento cotizaba en el Ibex 35.
CORREOS INCRIMINATORIOS EN ESPAÑA
En España, por ejemplo, la cadena utilizó una sociedad conjunta creada con Eroski para "alterar artificialmente" las cuentas de la compañía.
La central de compras se llamaba Red Libra, estuvo operativa un año -entre 2017 y 2018- y su objetivo era negociar con los proveedores de forma conjunta para abaratar los precios para ambas cadenas al pedir más volumen de producto.
Similar estrategia utilizó con la sociedad DWT, encargada de negociar las condiciones comerciales con los proveedores internacionales y donde se elevaron algunos ingresos dado que no estaba auditada y, por tanto, era más sencillo que pasara inadvertido.
No se provisionaron los bonus ala alta dirección, se retrasaron "intencionadamente" algunas facturas para aplazar a su vez el pago y se recurría a regularizar "entradas sin factura".
En los correos electrónicos intervenidos a diferentes directivos se observa que esta última práctica generó polémica a nivel interno: "Creo que hemos pasado los límites de lo razonable y estamos en zona de franco peligro", reza uno de ellos.
En otro, una responsable de Comercial precisa que "como en años anteriores, hasta que no se vayan los auditores y sin autorización de Antonio (Arranz, ex director financiero)" no se puede proceder a "desregularizar" estas entradas.
MANIOBRAS EN BRASIL PARA TAPAR LA CAÍDA DE VENTAS
EY también fue la responsable de realizar una investigación forense a la filial brasileña del grupo, donde considera que Antonio Coto -máximo responsable de Dia en América Latina durante dos décadas- fue conocedor de toda una serie de irregularidades contables.
"Limpiadme la mierda antes de que acabe el mes de octubre", dijo Coto a dos de los directivos de Dia Brasil de acuerdo con el informe en una reunión celebrada a finales de septiembre de 2018, justo un mes después de ser nombrado CEO de Dia a nivel global en sustitución de Currás.
El documento refleja el ambiente de desconfianza que reinaba entre la cúpula directiva de la división brasileña de la compañía entre 2017 y 2018 -cuando los resultados de la filial eran peores de lo previsto-, y revela incluso la grabación de reuniones al más alto nivel por parte de directivos.
Cargos ficticios a proveedores (un 35 % de los mismos dejó de trabajar con la cadena durante meses como consecuencia de ello), no contabilizar determinadas facturas y magnificar artificialmente cifras de ventas por encima de su valor real formaron parte de la estrategia.
El informe de EY concluye que las prácticas irregulares fueron "ocultadas" tanto al consejo de administración como al auditor, KPMG, y eran producto de "instrucciones que emanaban de la más alta dirección", lo que permitió eludir el sistema de control interno.
Las maniobras detectadas -que obligaron a reajustar las cuentas de Dia por más de 50 millones de euros- motivaron un expediente sancionador por parte de la CNMV y son también protagonistas de un proceso abierto en la Audiencia Nacional tras una denuncia presentada por la Plataforma de Afectados de Dia, creada por el despacho de abogados Gesico.
En el marco de la investigación de la CNMV, un directivo regional del grupo detalló cómo la central exigía falsear cuentas a través de toda una serie de irregularidades, entre ellas dejar de pagar a proveedores o no contabilizar gastos.