Madrid, 7 feb (EFECOM).- El Foro para la Ingeniería de Excelencia (Fidex) ha elogiado la entrada en vigor del reciente real decreto ley sobre contratación pública que afecta a su sector y que suprime las contrataciones mediante subasta electrónica.

La prohibición de estas subastas, que venían produciéndose desde la ley anterior, será de aplicación para las prestaciones cuyo objeto tengan carácter intelectual, como los servicios de ingeniería, consultoría y arquitectura.

Además de acabar con las subastas para los "sectores excluidos", el real decreto también sustituye el principio de la oferta económicamente más ventajosa por el de la mejor oferta "determinada preferentemente con arreglo a criterios basados en la mejor relación calidad-precio".

El director general de Fidex, Fernando Argüello, tilda en una nota a la subasta electrónica de "práctica perversa" para su sector y opina que se debe "promover la calidad y la excelencia" y no el bajo precio para no caer en la "deslocalización de la ingeniería española”.

La nueva norma incluye dos transposiciones parciales a sendas directivas europeas relativas a las contrataciones y adjudicación de contratos de carácter público.

Argüello dice, no obstante, sobre ambas transposiciones de la directiva europea, que llegan después de cuatro años de retraso.

Asegura que ese periodo "ha sido aprovechado por algunas entidades dependientes del hoy Ministerio de Transportes para seguir utilizando la subasta electrónica y contratar los servicios de ingeniería al más barato".

La nueva norma, que fue aprobada de urgencia ante las sanciones que podían recaer por parte de Bruselas, señala que en los contratos de servicios de carácter intelectual -como la ingeniería- debería primar la calidad, "con criterios cualitativos que representen el 51 % o más de la puntuación asignable".

En este sentido, Fidex recuerda que las administraciones y entidades públicas "no deben quedarse en una apuesta de mínimos".

El Foro añade que se debieran aplicar los criterios de contratación de ingeniería "que desde hace décadas utilizan las economías más desarrolladas y que dan a la calidad un peso del 80 % y una ponderación máxima del 20 % al precio".