La Comisión Europea ha alertado este jueves del riesgo de que el coronavirus de China acabe provocando un "efecto dominó" sobre la economía que afecte a la confianza económica y a las condiciones de financiación de la economía mundial. Bruselas señala que el brote de Wuhan constituye un "riesgo a la baja clave" para las perspectivas de crecimiento, aunque "todavía es demasiado pronto para evaluar el alcance de su impacto económico negativo".
De momento, el Ejecutivo comunitario no contabiliza el coronavirus y mantiene las previsiones de crecimiento que hizo el pasado noviembre para la eurozona: un avance del 1,2% tanto este año como en 2021. Para el conjunto de la UE, la expansión prevista es del 1,4% los dos años (una décima menos)
En el caso de España, Bruselas mejora ligeramente sus cifras. Pese a ello, el crecimiento se ralentizará desde el 2% con el que se cerró 2019 hasta el 1,6% este año y el 1,5% en 2021. Estas cifras representan una revisión al alza de 0,1 puntos porcentuales cada año respecto a lo que Bruselas calculó en noviembre. El Ejecutivo comunitario se alinea así con las últimas previsiones anunciadas por el Gobierno de Pedro Sánchez el pasado martes.
"La composición del crecimiento durante la segunda mitad de 2019 apunta a una demanda doméstica más resistente y por tanto a unas perspectivas de crecimiento ligeramente más positivas que lo anteriormente estimado", señala la Comisión.
El consumo privado estará apuntalado por el aumento de la renta disponible y la moderación de la tasa de ahorro. La inversión se recupera tras haberse debilitado a finales de 2019. Al mismo tiempo, la contribución de las exportaciones netas al crecimiento disminuye. La inflación subirá ligeramente del 0,8% en 2019 al 1,2% este año y el 1,3% en 2021.
El comisario de Asuntos Económicos, el socialista italiano Paolo Gentiloni, ha dicho que el de España es "un buen nivel de crecimiento", pero ha eludido pronunciarse sobre la nueva senda fiscal aprobada por el Gobierno de Pedro Sánchez, que relaja los objetivos de déficit. "Estamos teniendo contactos continuos con las autoridades españolas sobre el nuevo Presupuesto", se ha limitado a señalar.
La economía española seguirá creciendo por encima de la media de la eurozona y supera también a las grandes potencias. Francia se expandirá un 1,1% en 2020 y un 1,2% en 2021, mientras que Alemania avanzará un 1,1% los dos años. El gran enfermo de Europa sigue siendo Italia, cuya economía continuará prácticamente estancada: un crecimiento del 0,3% este año y un 0,6% el que viene.
El coronavirus y otros riesgos para la eurozona
Pero sobre este escenario de crecimiento que ya de por si es bastante bajo pesa el riesgo del coronavirus de Wuhan, que amenaza con dejar todas estas cifras en papel mojado. "El brote y la propagación del coronavirus 2019-nCoV y su impacto en la salud pública, en vidas humanas y en la actividad económica es motivo de creciente preocupación", señala el Ejecutivo comunitario.
"Los interrogantes sobre la duración y la gravedad del brote aumentan la incertidumbre sobre las perspectivas económicas a corto plazo para China y el resto del mundo. El escenario central es que el brote toque techo durante el primer trimestre, con repercusiones relativamente limitadas a nivel internacional y con una recuperación en los siguientes trimestres", prosigue el informe.
"Pero la duración del brote y de las medidas de confinamiento que se han puesto en marcha son un riesgo a la baja clave. El impacto económico en otros países podría ser mayor y más duradero si la infección se extiende por todo el mundo o si hay perturbaciones en las cadenas de valor mundiales difíciles de anticipar", apunta la Comisión.
"Cuanto más dure (el brote), más alta es la probabilidad de un efecto dominó en el sentimiento económico y en las condiciones globales de financiación, que se añadiría a las perturbaciones directas en la oferta (por ejemplo en los días de trabajo perdidos) y en la demanda (por ejemplo prohibiciones de viajar, restricciones de movilidad o cierre de comercios", concluye.
El acuerdo comercial alcanzado entre Estados Unidos y China ha ayudado a rebajar los riesgos, pero Bruselas avisa de que "el alto grado de incertidumbre sobre la política comercial de EEUU sigue siendo una barrera a una recuperación generalizada de la confianza económica".
Los disturbios sociales en América Latina amenazan también con hacer descarrilar la recuperación económica en la región, mientras que el aumento de las tensiones geopolíticas en Oriente Próximo han disparado el riesgo de conflictos en la región.
Además, persiste la incertidumbre sobre las relaciones comerciales entre la Unión Europea y Reino Unido una vez que concluya la transición del brexit el 31 de diciembre de 2020. Finalmente, "los riesgos relacionados con el cambio climático, aunque son principalmente a largo plazo, tampoco pueden descartarse a corto plazo".
Para contrarrestar todos estos riesgos, Gentiloni ha vuelto a pedir a los países con margen presupuestario (que son sobre todo Alemania y Holanda) que aumenten el gasto público para apuntalar el crecimiento.