La UE debatirá plan presupuestario que prevé más recortes en PAC y cohesión
(Actualiza la EC5421 con más información).
Bruselas, 14 feb (EFECOM).- La propuesta de presupuesto de la Unión Europea (UE) para 2021-2027, que debatirán los líderes comunitarios en su cumbre de la semana próxima, plantea una dotación de 1,09 billones de euros, el 1,07 % de la renta nacional bruta conjunta, e introduce recortes en las partidas de cohesión y Política Agraria Común (PAC).
La propuesta, elaborada por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, es solo ligeramente superior a la planteada por Finlandia a finales de 2019, durante su presidencia de la UE, que fue rechazada por los Estados miembros.
El montante global que propone para los próximos siete años es inferior al del marco financiero actual (2014-2020) para los Veintisiete -la comparación se hace sin tener en cuenta al Reino Unido, puesto que no forma parte de la UE-, que equivalía al 1,16 % de la renta nacional bruta conjunta (1,082 billones).
También se encuentra por debajo de la propuesta de la Comisión Europea, que pide que el presupuesto suponga un 1,11 % de la renta conjunta (1,13 billones de euros), para cubrir el agujero de entre 10.000 y 12.000 millones de euros anuales que deja la marcha del Reino Unido y poder costear nuevas necesidades.
La base de negociación que plantea Charles Michel incorpora, además, recortes en las partidas agrícolas y de cohesión, que tradicionalmente han copado el grueso del presupuesto comunitario y que España considera fundamental mantener.
En concreto, prevé una dotación de 329.300 millones de euros para la Política Agraria Común para los próximos siete años, un 13,9 % inferior a los 382.500 millones que se destinan en el marco 2014-2020.
Dentro de la política agraria, los pagos directos a los agricultores ascienden a 256.700 millones de euros, por debajo de los 285.700 millones del presupuesto actual, mientras que las ayudas al desarrollo rural caen a los 72.500 millones de euros desde los 96.800 millones asignados entre 2014 y 2020.
La iniciativa de Michel también incluye los 7.500 millones de euros del Plan de Transición Justa.
Estos forman parte del Mecanismo de Transición Justa que aspira a movilizar 100.000 millones de euros en inversiones entre 2021 y 2027 para ayudar a regiones que por su tradición industrial o energética tengan más dificultades para la transición ecológica.
Los fondos para cohesión, según la propuesta de Michel, ascenderían a 323.200 millones de euros, un 12,1 % menos que los 367.700 millones del presupuesto precedente.
La partida para el presupuesto de la eurozona destinado a mejorar la convergencia y la competitividad, en el que los ministros de Finanzas llevan trabajando meses, asciende a 19.200 millones.
La asignación para el Erasmus, mientras tanto, pasa de 13.900 millones de euros a 21.200 millones.
En el lado de los aumentos, destaca, asimismo, la partida para la migración y la gestión de las fronteras, que se duplica frente al periodo 2014-2020 y salta de los 10.100 millones de euros a los 21.900 millones.
Ante el unilateralismo de Estados Unidos desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca, el presidente del Consejo Europeo también insta a elevar la partida de Seguridad y Defensa desde los 1.900 millones hasta los 14.300 millones.
También ascienden las asignaciones para el programa de investigación e innovación Horizonte Europa, el plan de inversiones InvestEU y el de digitalización Digital Europe.
Además, se plantea que el acceso a los fondos de la UE esté condicionado a que los Estados miembros respeten el Estado de Derecho, ante la proliferación de Gobiernos como el polaco, que han puesto en riesgo la separación de poderes.
El plan de Michel añade que si se detectan "deficiencias" en el Estado de Derecho de los países, la Comisión propondrá medidas "apropiadas y proporcionadas" que los Estados miembros deberán aprobar por mayoría cualificada (15 socios que representen al menos el 65 % de la población de la UE).
La propuesta mantiene, igualmente, reembolsos para Dinamarca, Alemania, Holanda, Austria y Suecia, reacios a aumentar sus aportaciones a las cuentas tras el Brexit.
El plan de Michel contrasta con la posición de la Eurocámara, que pide elevar el presupuesto al 1,3 % de la renta bruta conjunta.
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