Sao Paulo, 17 feb (EFECOM).- Los camioneros brasileños protestaron este lunes en el puerto de Santos, el mayor de Sudamérica, y prevén secundar este miércoles una huelga nacional, sin el bloqueo de carreteras, para que se garanticen una serie de demandas que exige el sector del transporte por carretera.
Los camioneros se manifestaron en uno de los accesos al puerto de Santos, situado en el litoral de Sao Paulo, pero no llegaron a interrumpir la entrada de contenedores a las dársenas.
La protesta de este lunes se produjo pese a una orden cautelar dictada por la justicia brasileña que prohibió el bloqueo de los accesos al citado puerto entre los días 17 y 21 de febrero so pena de una multa diaria de 200.000 reales (unos 45.500 dólares).
La manifestación fue organizada por el Sindicato de los Transportadores de Carreteras Autónomos de Santos (Sindicam), que exige una rebaja del precio de los carburantes, el mantenimientos de los puestos de trabajo y la revisión del valor mínimo del flete.
Paralelamente, la Asociación Brasileña de los Conductores de Vehículos Automotores (Abrava) también tiene previsto secundar el paro para presionar al Tribunal Supremo de Brasil, que aplazó una sesión en la que tenía previsto analizar la constitucionalidad del establecimiento del flete mínimo.
El establecimiento de un valor mínimo para fletes fue una de las principales reclamaciones de los camioneros durante la huelga que protagonizaron en 2018, entonces bajo el Gobierno del presidente Michel Temer, y que paralizó el país once días, con un grave impacto en el abastecimiento de productos de primera necesidad y en la economía nacional.
El presidente de la Abrava, Walace Landim, explicó a Efe que los camioneros tienen previsto hacer un paro pacífico, sin comprometer el tráfico rodado, pero advirtió de que si se anula la ley del flete mínimo bloquearán las principales carreteras del país, como hace dos años.
Los temores sobre una nueva huelga volvieron a despertar a comienzos de 2019 y el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, en el poder desde el 1 de enero de ese año, decidió entonces anunciar una serie de medidas, llegando incluso a vetar una subida del precio del gasóleo prevista por Petrobras, una decisión duramente criticada por el mercado.