Más de las mitad de los ejecutivos de todo el mundo cree que la recuperación económica que venga tras la crisis del coronavirus tendrá forma de 'U', con un periodo lento de la actividad hasta 2021, frente al 38% que se muestra más optimista, al considerar que será en 'V', con un retorno a la actividad normal hacia finales de 2020.
Según la encuesta 'Global Capital Confidence Barometer', realizada por EY a través de un cuestionario a más de 2.900 ejecutivos de 46 países durante los meses de febrero y marzo, los más pesimistas se reducen a tan solo un 8%, que son los que piensan que tendrá forma de 'L', con un periodo de recesión prolongado hasta, como mínimo, el año 2022.
De hecho, el 72% reconoce que su empresa ya ha puesto en marcha programas de transformación tecnológica y de negocio derivados, entre otros, de la presión sobre los objetivos de ingresos y de cumplimiento de beneficios; de las mayores presiones ejercidas por los inversores y grupos de interés; y por la dificultad para atraer y retener clientes.
Además, el cierre de la actividad en muchos países ha hecho que más de la mitad de los encuestados esté dando pasos para cambiar su cadena de suministro, al mismo tiempo que el 36% está acelerando sus inversiones en automatización, cerca del 70% está avanzando o reevaluando su transformación digital y un 39% trabaja activamente en la gestión de su fuerza laboral.
No obstante, el 49% de los ejecutivos afirmó que sus márgenes de beneficio serán iguales o menores que los de hace dos años, ya que los cambios en el comportamiento de los consumidores, derivados de la pandemia, están afectando principalmente a los sectores de automoción y transporte, fabricación y consumo. Por el contrario, medios de comunicación y entretenimiento, energía y construcción e inmobiliario son los menos impactados.
Respecto a la evolución de la economía mundial, mientras que en febrero el 47% de los ejecutivos se mantenía positivo y solo el 18% se mostraba negativo, ahora estos porcentajes se han situado en el 23% y el 46%, respectivamente. En general, el 73% de los encuestados afirma que el Covid-19 tendrá un impacto severo en la economía global.
Frente a esta situación, los ejecutivos mantienen cierto optimismo respecto a la evolución del mercado de fusiones y adquisiciones (M&A) en los próximos doce meses, al considerar que, tal y como ocurrió tras la crisis financiera de 2008, esta situación puede ser una oportunidad para hacer adquisiciones de activos de calidad que impulsen el crecimiento de los negocios en un mercado en recuperación, como espera hacerlo un 56% de los encuestados.
En este sentido, el 26% afirma que hará operaciones para adquirir tecnología, nuevas capacidades de producción o empresas innovadoras; el 25% lo hará con el objetivo de entrar en nuevos mercados; otro 25% se decanta por hacerlas para favorecer concentraciones; y, el 24% restante, apostará por el M&A para responder a los cambios regulatorios, de impuestos, aranceles y para la seguridad de la cadena de suministro.