El Tesoro Público ha colocado este jueves 6.938 millones de euros en deuda a largo plazo, prácticamente en el rango alto previsto, y ha vuelto a contener e incluso disminuir los tipos de interés, volviendo a cobrar por los bonos a 3 años.

Además de volver a adjudicar rozando el rango máximo previsto, la demanda conjunta de las cuatro referencias ofrecidas ha superado los 12.941 millones de euros, lo que supone 1,8 veces por encima de lo finalmente adjudicado en los mercados, por lo que los inversores siguen confiando en los títulos de deuda pública española.

El organismo ha vuelto a testar a los mercados después de haber conseguido abaratar el coste de financiación en las emisiones de las últimas semanas pese a la crisis del Covid-19, en buena medida gracias a la intervención realizada por el BCE en marzo, y tras el anuncio el lunes de la propuesta realizada por Francia y Alemania de un fondo de recuperación de la economía europea de 500.000 millones de euros destinado a los países y los sectores más golpeados vía transferencias.

Desglose de emisiones

Además, la emisión ha tenido lugar después de la reunión del Eurogrupo del viernes, tras la que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, confirmó que tiene la intención de recurrir al fondo europeo de 100.000 millones contra el desempleo para financiar parte del coste de los ERTE, aunque por ahora no tiene previsto demandar el instrumento precautorio del MEDE al no presentar aún problemas de financiación.

En concreto, ha emitido 1.311 millones en bonos a 3 años y 2 meses, frente a una demanda de 4.974 millones, y ha registrado un tipo de interés marginal del -0,146%, por lo que ha empezado a cobrar por este tipo de papel, ya que la referencia era el interés del 0,154% de la emisión del 7 e marzo de 2019.

Asimismo, ha colocado 1.746 millones, frente a una demanda de 3.186 millones, con los bonos a 5 años, papel con el que también ha disminuido el coste de financiación, ya que el marginal ha pasado del 0,283% registrado en la subasta del 7 de mayo al 0,070%, muy cerca de empezar a cobrar de nuevo.

En cuanto a las obligaciones, ha emitido 2.532,2 millones a 10 años, frente a unas peticiones de 3.277 millones, y en este caso se ha mantenido el tipo de interés marginal en el 0,728, en línea con el registrado el pasado 2 de abril. Por último, con las obligaciones a 50 años ha colocado 1.348 millones, frente a una demanda de 1.503 millones, disminuyendo el interés al 1,701%, en este caso ligeramente algo mayor que el tipo del 1,637% de la subasta del 21 de noviembre del año pasado.

El pasado martes el Tesoro captó 2.485 millones de euros en letras, en el rango alto previsto, y ha ahondado en los tipos negativos en el caso del papel a 3 meses y ha vuelto a cobrar pos las letras a 9 meses.

Con la emisión de este jueves el Tesoro cierra el calendario de subastas del mes de mayo, en el que ha conseguido abaratar el coste de financiación de todas las emisiones realizadas pese a la crisis del coronavirus.

Modificaciones

El organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital está acelerando la emisión prevista para 2020 con la finalidad de llegar al verano con una grado "muy alto" de cumplimiento del programa actual para hacer frente al impacto de la crisis del Covid-19, ante la previsión de una mayor necesidad de financiación por los planes de ayudas.

De hecho, el pasado 24 de marzo celebró una emisión sindicada con la que captó 10.000 millones de euros en un bono a siete años, a la que le siguió otra el 22 de abril, con la que emitió 15.000 millones con otro bono sindicado a diez años.

La estrategia de financiación para 2020 anunciada a principios de año, antes de la crisis del Covid-19, contempla una emisión neta de deuda pública de 32.500 millones de euros, lo que supone un 7,1% menos respecto a la estrategia del año pasado, pero un 62,8% más respecto a los 19.960 millones finalmente emitidos a cierre de 2019.

Asimismo, prevé una emisión bruta de deuda pública de 196.504 millones para este año, un 6,2% menos que la estrategia de 2019 y prevé obtener toda la financiación neta a través de la emisión de instrumentos a medio y largo plazo. No obstante, el Tesoro modificará este programa ante las mayores necesidades de financiación derivadas del nuevo escenario planteado por el Covid.

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