El ingreso mínimo vital (IMV) será una realidad a partir del mes que viene. El Gobierno tiene previsto aprobarlo este mismo martes y poco a poco se van conociendo sus detalles. El ministro José Luis Escrivá explica este domingo en una entrevista a El Periódico que esta medida quiere “sacar fuera de la pobreza extrema al 75% de los hogares” en esta situación.
A pesar de las voces que se oponen a esta iniciativa, el Gobierno ha reiterado en múltiples ocasiones que se trata de una medida de carácter estructural y con vocación de permanencia. En este sentido, Escrivá explica a El Periódico que el objetivo es corregir el “muy importante” déficit que el sistema fiscal español tiene en cuanto a capacidad redistributiva. Un punto que, según su análisis, “afecta sobre todo a la pobreza muy severa”.
El titular de la cartera de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones explica que el foco está puesto en hogares con ingresos por unidad de consumo inferiores a los 230 euros al mes. Esto hace que en torno a 850.000 familias y de 2,3 millones de personas sean susceptibles de recibir este IMV que, según explica, dista mucho del que solicitó originalmente una iniciativa legislativa popular.
Hasta 1.100 euros según 14 baremos
Aquella medida hubiera supuesto un desembolso anual de unos 7.000 millones de euros, tal y como calculó la Airef cuando Escrivá estaba al frente de la institución. La medida que este martes aprobará el Consejo de Ministros supondrá una factura no muy superior a los 3.000 millones, según certificó ayer sábado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El ministro Escrivá adelanta en su conversación con El Periódico que la norma va a definir hasta 14 tipologías distintas de receptor para valorar el importe a percibir según las circunstancias de cada ciudadano y hogar. Además, confirma que como se había adelantado no se tendrá en cuenta la vivienda habitual para el cálculo de rentas.
Por lo que se refiere a números, explica que de arranque un adulto solo percibirá el equivalente a la prestación no contributiva de la Seguridad Social, que actualmente es de 395,60 euros en 14 pagas, aunque el IMV se distribuirá en 12. De este modo, la cifra mínima será de 461 euros, mientras que la máxima se quedaría en algo menos de 1.100 euros al mes, números que ya se habían perfilado en las últimas semanas.
Con la medida sobre la mesa, Escrivá invita a las comunidades autónomas a “redefinir sus prestaciones tomando en cuenta que a partir de ahora habrá un mínimo estatal garantizado”. Además, confirma que su concesión estará ligada a la búsqueda activa de empleo, para lo que creará un “sello social” destinado a las empresas que se impliquen en este objetivo.
Rechazo al 'impuesto a los ricos'
Por lo que se refiere a sus recientes desencuentros con el vicepresidente Pablo Iglesias, el titular de Inclusión quita hierro en sus declaraciones a El Periódico: “Nunca entendí que existieran”. En esta misma línea señala que el polémico compromiso de derogación de la reforma laboral ya se había venido aplicando y “cuando proceda se seguirá avanzando”.
Lo que sí rechaza Escrivá es un impuesto a los ricos al estilo de los que defiende Unidas Podemos, ya que “los ejercicios demuestran que la capacidad recaudatoria de esa figura es bastante reducida”. Un argumento clave cuando lo que se pretendería con su introducción sería amortiguar el fuerte descenso recaudatorio que el Estado va a tener que asumir este año a consecuencia del fuerte descenso de la actividad económica.