El Banco de España se pronuncia sobre el fondo de reconstrucción que la Comisión Europea pretende incluir este miércoles en la propuesta del nuevo presupuesto para la eurozona. El regulador ha dejado claro que la iniciativa franco-alemana se queda corta, y pide ampliar dotar a este fondo con 1,5 billones de euros, con un reparto condicionado a la evolución macro de los países miembros. 

Según explica el organismo en un documento publicado este martes, "la dimensión de la crisis ha puesto en evidencia la falta de instrumentos clave de política económica comunes".

Por eso, consideran que "este instrumento debe ser eficiente (regido por el principio de uso adecuado y proporcional de los recursos públicos), solidario (haciendo especialmente accesibles sus recursos a aquellos que más lo necesiten), equilibrado (eliminando riesgos de transferencias permanentes inducidos por comportamientos oportunistas de los miembros) y con una condicionalidad en el uso de sus recursos ligada a los propios objetivos de la estrategia de recuperación, con especial énfasis en potenciar las palancas de crecimiento".

Dotación

La dotación del fondo también tendría que estar destinada a proyectos de financiación e inversión pública en la región, con lo que, según cálculos del Banco de España, su capacidad inicial teórica se situaría en ese rango de entre 1 billón y 1,5 billones de euros. 

"En el horizonte más inmediato se debe asegurar que los estados miembros puedan movilizar los recursos suficientes para adoptar las medidas necesarias a fin de mitigar la incidencia económica de la pandemia y evitar una crisis prolongada", indica el organismo.

Del mismo modo, anima a que el fondo tenga capacidad de comprar deuda de los países miembros, con programas similares a los llevados a cabo por parte del BCE, pero con el objetivo de asegurar la estabilidad en las condiciones de financiación de los estados. El Banco de España explica que para ello y para lograr que sus activos en balance sean de la máxima calidad crediticia, el fondo podría establecer las condiciones mínimas, en términos de la estabilidad macroeconómica y fiscal de las economías de los emisores, a la hora de calibrar los volúmenes de sus compras de activos. 

"Al igual que los programas del BCE, el Fondo de Recuperación europeo adquiriría estos activos bajo las condiciones y precios fijados en los mercados de capitales, sujeto a unos requisitos mínimos de calidad crediticia de los activos adquiridos y sobre la base de unos criterios transparentes en cuanto a la composición de las compras y fijados con carácter previo", añade.

Desde la institución insisten en que, el fondo nace ligado a una estrategia europea de medio y largo plazo, por lo que "este instrumento debería tener una vocación de vigencia durante un horizonte muy amplio, e incluso su mantenimiento de forma permanente, y estar respaldado por el presupuesto de la UE".

Para ello, advierte de que es necesario incluir nuevas prioridades en el presupuesto común, como la eventual creación de nuevos impuestos estables propios de la Unión.

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