Ya es un hecho. Nadia Calviño, será candidata a la Presidencia del Eurogrupo, así lo ha confirmado la Secretaría de Estado de Comunicación (SEC) quien ha señalado que España formalizará la candidatura de la vicepresidenta económica durante la jornada de hoy jueves 25 de junio.
En caso de ser elegida, Calviño sustituiría al actual Mário Centeno. La decisión será efectiva antes del día 9 de julio, y en Moncloa están convencidos de que nadie le hará sombra a la española. El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, considera que sería un honor para el Gobierno que Calviño pudiera presidir el Eurogrupo.
Se trata de una responsabilidad que nunca antes ha ejercido España y que tampoco ha desempeñado jamás una mujer.
El Eurogrupo, órgano clave
En palabras de la SEC el Eurogrupo es "un órgano clave para la cooperación entre los miembros de la zona euro y la construcción de una Europa más fuerte y unida".
El plazo para presentar candidaturas vence este jueves por la tarde y de momento Calviño es la única que se ha postulado. "Calviño es favorita junto con el ministro luxemburgués de Finanzas, Pierre Gramegna", confirman a EL ESPAÑOL fuentes diplomáticas. Como tercero en discordia en la carrera por el Eurogrupo se sitúa el irlandés Paschal Donohoe, que está interesado en el cargo, explican las fuentes consultadas.
No obstante, en Europa se habla de "golpe de suerte para la zona euro" que Calviño haya aceptado presentarse a la presidencia. Su trayectoria la avala.
Los equilibrios que debe respetar la elección del nuevo presidente del Eurogrupo le favorecen: como Centeno sólo ha estado dos años y medio (cuando lo normal son al menos cinco años), a priori su sucesor debe ser también socialista y de un país del Sur. No obstante, los populares europeos han cuestionado que la presidencia del Eurogrupo tenga que ir obligatoriamente a los socialistas.
Obstáculos en la candidatura
En contra de la vicepresidenta económica juega que España vuelve a estar en el epicentro de la crisis del coronavirus y va a necesitar una gran cantidad de ayudas de la UE para la reconstrucción. Un problema que ya sufrió Luis de Guindos cuando se presentó al Eurogrupo en 2015 y fue derrotado por el holandés Jeroen Dijsselbloem.
Además, como presidenta del Eurogrupo, Calviño debe ejercer de árbitro en las negociaciones y tendrá menos margen de maniobra para defender la posición española a la hora de reclamar esta asistencia o de oponerse a las exigencias de Bruselas en materia de reformas.
A los países nórdicos de la denominada Liga Hanseática -encabezados por Holanda- tampoco les entusiasma la vicepresidenta económica. Le reprochan unas declaraciones que hizo en 2018 tachándoles de "países pequeños con poco peso".
Haya o no más candidatos, la presidencia del Eurogrupo se decidirá en breve. La votación se realiza por mayoría simple: cada país, un voto. Es decir, Calviño necesitará el apoyo de 10 de los 19 países de la eurozona. El mandato inicial es de dos años y medio, renovable.