El presidente de BBVA, Carlos Torres, tiene clara la receta para la reactivación la economía española. A su juicio, generar confianza "es la mejor manera para potenciar la inversión privada, que en el medio plazo es la que ayuda a crear empleo". Para ello, aboga por implementar desde ya reformas estructurales apelando a la seguridad jurídica, una fiscalidad eficiente y un compromiso firme con la estabilidad presupuestaria.
Así lo ha puesto de manifiesto durante la inauguración del curso 'El sistema financiero y la crisis del Covid-19. Retos y compromisos' organizado por la Asociación de Periodistas Económicos (APIE) y BBVA en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en una mesa en la que también ha participado la vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño.
La ministra de Economía coincide en que todas las medidas destinadas a la recuperación "requieren de unos presupuestos adecuados a la realidad que nos permitan canalizar los recursos públicos nacionales y comunitarios para acometer reformas e inversiones". En este sentido ha apelado a la "responsabilidad colectiva para que cuanto antes tengamos unos Presupuestos Generales del Estado en nuestro país que den la respuesta necesaria" a la crisis.
La clave, actuar cuanto antes
Por su parte, el presidente de BBVA, ha insistido en la urgencia de generar confianza, "para lo que hay que tener seguridad jurídica que permita atraer demanda externa para la reactivación de sectores más afectados como el turismo".
"También es necesaria una fiscalidad eficiente que favorezca la competitividad, la creación de empleo, la llegada de capital… y una estabilidad presupuestaria que dé visibilidad sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas ante una crisis que generará en algunos países ratios de deuda sobre PIB de más del 120%", ha insistido el directivo.
A largo plazo, Torres considera que la crisis también ha generado una oportunidad para el país, "ante la necesidad de un modelo social y económico más sostenible, inclusivo y basado en las nuevas tecnologías". El banquero cree que para aprovechar esa oportunidad, "la educación es el motor de la igualdad de condiciones", apuntando a este sector en concreto para impulsar la recuperación, también a través de las empresas.
"Hay que reducir la temporalidad laboral, el paro de larga duración y permitir la resasignación de empleo hacia empresas de futuro (inteligencia artificial, energías limpias, tecnología, etc )", explica.
En este sentido, considera que el programa de ayudas europeo será clave para poner en marcha las reformas estructurales necesarias. El directivo recuerda que este programa estará dotado con 140.000 millones de euros en el caso español, 3.200 euros per cápita, "que tendrá un impacto de hasta 4,2 puntos porcentuales sobre el PIB en 2024". Aún así, Torres cree que "tenemos que aspirar a más, buscando un impacto permanente en la economía y el empleo".
A su juicio, lo ideal sería destinar los fondos a pymes y sectores con mayor efecto multiplicador a largo plazo, también con inversión en otros sectores ya consolidados como sanidad, energía, transporte, turismo, investigación.
Inversión privada
El directivo ha recordado la importancia de combinar estos recursos públicos con la inversión privada, "esencial para asegurar actividades con sentido económico". "Si combinamos las ayudas con las reformas adecuadas, podemos poner fin al paro estructural", insiste.
Respecto al papel del sector bancario en la crisis, Torres mantiene su idea de que las entidades financieras son parte de la solución, reconociendo que a medio plazo, "los bancos nos enfrentamos a presiones derivados de la baja rentabilidad, los bajos tipos de interés y la poca actividad". Aún así, insiste en que la industria bancaria cuenta con la fortaleza suficiente para afrontar la crisis con garantías y apoyar la recuperación económica.
Previsiones de recuperación
"La vuelta a la actividad llevará su tiempo y el impacto en algunos sectores y tecnologías será permanente", advierte. Según las previsiones del equipo de BBVA Research, la economía española se contraerá este año un 11,5%, una caída que podría ser hasta 5 puntos superior sin las medidas de apoyo a través de los avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO). Para el próximo año, el repunte sería del 7%, aunque esta estimación no tiene en cuenta el impacto del programa de reconstrucción europeo.
Por su parte, Calviño prevé que PIB crezca más de un 10% en tercer trimestre, con 333.000 afiliados más en agosto. "Si se siguen controlando los rebrotes seguiremos en la senda de progresiva recuperación para tener un crecimiento más robusto en 2021, pero a nadie se le escapa que la recuperación está siendo asimétrica", ha apostillado la vicepresidenta.
Respecto a los avales del ICO, las entidades financieras han inyectado ya casi 99.000 millones de euros a empresas, pymes y autónomos a través de 799.635 préstamos.
La ministra ha apuntado que la primera línea, de 100.000 millones, todavía no se ha agotado y el ritmo de solicitudes de crédito se ha ido ralentizando a medida que las empresa han contado con otras vías de liquidez y ya no necesitan, en tan gran medida, la liquidez extraordinaria proporcionada con aval público.
En paralelo, ha recordado que el Gobierno ha aprobado la segunda línea de 40.000 millones de euros y está en negociaciones con las entidades financieras para cerrar los convenios y que se pueda poner en marcha en otoño.