El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha aprovechado la visita que hizo a España el pasado lunes el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, para recordar que la reforma laboral que haga el Gobierno debe cumplir con las recomendaciones de la Comisión Europea, que son razonables para los empresarios.
"Estamos donde está Europa, tenemos que ver cómo mejorar la temporalidad y ahí nos van a encontrar", ha afirmado en un desayuno informativo en Madrid en el que se ha sentado después junto con el líder de la oposición, Pablo Casado.
Tras la guerra abierta -aireada en los medios de comunicación- entre las dos vicepresidentas, Nadia Calviño y Yolanda Díaz, Garamendi ha pedido "discreción" al Ejecutivo y ha recordado que la CEOE negocia "con un solo Gobierno".
Mesa de negociación
Este miércoles es un día importante para la patronal, porque volverá a sentarse con el Gobierno para avanzar en esta reforma, después de que el PSOE haya puesto orden en este asunto al confirmar que solo la propuesta que cuente con el aval de la vicepresidenta primera será válida para el presidente, Pedro Sánchez.
El pasado lunes, Sánchez aprovechó la visita de Gentiloni a Madrid para lanzar un mensaje tranquilizador a Bruselas y a la CEOE, ya que afirmó que "todo el Gobierno" trabaja en aprobar una reforma laboral que sea "de consenso".
Después, el PSOE y Unidas Podemos celebraron una reunión de seguimiento de los acuerdos de la coalición para tratar de poner orden en este asunto después de que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, insistiera en "derogar la reforma laboral" de 2012 en contra de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño.
En este contexto, el presidente del Gobierno ha decidido poner en valor la implicación de otros ministerios -además del de Trabajo- en esta reforma laboral. Así, en los últimos días, Sánchez y Calviño han recordado en público que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, está implicado también en la reforma laboral, junto con el de Educación, el de Hacienda y el de Asuntos Económicos. Todas ellas son carteras en manos del PSOE.
En este contexto, Garamendi ha afirmado que le interesa lo que diga Calviño sobre la reforma laboral, consciente de que sus postulados son mucho más aceptables para la CEOE.
Además, ha reclamado el derecho de la patronal a "opinar" y expresar sus planteamientos, aunque luego sea el Gobierno el que legisle.
No obstante, Garamendi ha recordado que hay numerosos organismos que han mostrado su parecer sobre cómo debe legislar España la reforma laboral y ha citado al FMI, la OCDE, la Comisión Europea o el Banco de España. Todas estas instituciones defienden avanzar en la reforma de 2012 con cambios para reducir la precariedad, pero lejanos a la derogación que plantea Yolanda Díaz.
En este sentido, el líder de la patronal ha dicho que no va a entrar en "el juego político" y se ha mostrado abierto a participar en un acuerdo para "mejorar las cosas", pero siempre en la línea en la que se ha marcado en la Comisión Europea.