Un etiquetado que diferencie "de una vez por toda" la carne de ganadería extensiva de la proveniente de macrogranjas es la propuesta que han hecho varios ganaderos de la Sierra Norte de Sevilla al ministro de Consumo, Alberto Garzón.
La propuesta es crear un distintivo que permita al consumidor poder elegir "en cada momento" sabiendo el manejo y la alimentación que se ha utilizado con los animales. Así lo han pedido en un escrito dirigido al titular de Consumo ante el "despropósito" de que se pueda confundir la ganadería extensiva, intensiva e industrial
La carta, firmada por la ganadera Marta Cornello en nombre de la asociación Somos Sierra Norte de Sevilla, remarca que la ganadería extensiva posee "multitud de bondades" como la conservación de los ecosistemas, asentar la población al territorio o prevenir incendios.
Estos ganaderos extensivos advierten de que la desaparición de su ganadería "implicaría grandes perjuicios ambientales, sociales y de salud". Ante ello, reclaman información "objetiva y real" y que "no está manipulada por los grandes lobbies".
Similar al etiquetado de los huevos
La propuesta es crear un etiquetado que permita conocer las condiciones en las que se ha criado y se ha alimentado el animal así como que garantice su trazabilidad, según ha explicado a EL ESPAÑOL-Invertia la ganadera Cornello.
Por ello, piden que el etiquetado sea similar al empleado en los huevos, en los que se pueden apreciar a simple vista varios números que indican si la gallina es de producción ecológica, se ha criado en jaula o en suelo, entre otros.