Este domingo, 24 de abril, los franceses acudirán a las urnas para elegir ente las recetas de centro de Emmanuel Macron y el programa de ultraderecha de Marine Le Pen. Con la inflación y la crisis energética marcando el paso de la política europea, la economía tendrá un fuerte peso en el voto que depositen. Francia elegirá a su próximo presidente de la República. Pero en una Unión Europea cada vez más conectada, su decisión tendrá implicaciones relevantes en el resto de economías del euro, con especial impacto en España e Italia.
Aunque los sondeos vaticinan que Macron seguirá en el Elíseo, no se puede descartar al 100% que Le Pen dé la sorpresa y obtenga una mayoría en esta segunda vuelta. De hecho, la banca de inversión ha dibujado ya este escenario para decidir cómo mover el dinero en el caso de que la extrema derecha antieuropea llegue al poder en Francia.
Mucho se ha escrito del tsunami político que se generaría en las instituciones comunitarias la derrota de Macron. Sin embargo, ese maremoto también llegaría a los mercados. Por lo pronto, afectaría al euro y a las primas de riesgo de los países periféricos. Pero en una segunda fase tendría repercusiones en el reparto de los fondos europeos, en el rating de la Unión Europea o en la transición ecológica del Viejo Continente.
Y el impacto no sería positivo, ya que un euro más bajo jugaría en contra de contener la inflación porque Europa paga el petróleo en dólares. Del mismo modo, un coste de la deuda más alto ataría aún más las manos a los Gobiernos para elaborar planes de choque con los que ayudar a empresas y ciudadanos en estos momentos en los que han perdido poder adquisitivo.
Caída del euro
Según un informe de Barclays al que ha tenido acceso este periódico, la victoria de Marine Le Pen podría provocar una caída en el euro de un 4,3%. La moneda única, que se cambiaba este miércoles a 1,08 dólares, caería a 1,06 dólares e incluso a 1,03 dólares si ante una eventual victoria, Le Pen centrara su discurso en los aspectos de mayor confrontación que plantea en su agenda política.
Goldman Sachs también calcula la llegada de Le Pen al Elíseo dañaría a la moneda europea, con una caída del 2% frente a su valor actual.
Es importante tener en cuenta que ese escenario empeoraría la crisis energética europea, porque la Unión Europea importa materias primas en dólares. Esto sería la puntilla a un contexto en el que Francia forzaría a la UE a cambiar su transición ecológica, ya que Le Pen propone suspender la inversión en renovables y desmantelar los parques eólicos para centrarse en la nuclear y la energía hidroeléctrica.
Es interesante plantear el escenario contrario. La permanencia de Macron en el poder sería un revulsivo para el euro, que subiría hasta los 1,095 dólares, según Barclays. De hecho, en este momento, la divisa europea ya estaría afectada por la incertidumbre que rodea a este proceso electoral. Así que los europeos nos jugamos un 5% del valor de nuestra moneda este domingo.
Pero hay más. El rating de la Unión Europea está fuertemente condicionado por tres países: Alemania (que tiene una nota de AAA estable), Francia (Aaa2 estable) y los Países Bajos (Aaa estable). Gracias a la solvencia de estas economías, la UE cuenta con la máxima calificación en la nota de su deuda cuando acude a los mercados para financiar los bonos que está emitiendo para financiar Next Generation EU.
Según los informes de cuatro think tanks (Institut Montaigne, OFCE, Fipeco, iFRAP) recogidos por Barclays, el programa electoral de Le Pen carece de credibilidad fiscal.
iFRAP calcula que si ganara las elecciones el déficit galo aumentaría en 30.000 millones de euros de aquí a 2027. Estas cifras tendrían un claro impacto en su nota crediticia, como ya han advertido las agencias de calificación que tras la pandemia están reforzando su vigilancia fiscal. Y una bajada de la nota de Francia tendría su reflejo en una rebaja de rating para la UE. Esto implicaría pagar más por las emisiones de deuda conjunta de Next Generation (NGEU). Es decir, los fondos europeos saldrían más caros.
El Presupuesto europeo
Sin embargo, los riesgos para el programa de NGEU no acaban ahí. Le Pen no es partidaria de mantener la aportación de Francia al Presupuesto comunitario. De cumplir con su amenaza, se pondría poner en juego el Marco Financiero Plurianual 2021-2027 en el que la economía francesa aporta 5.000 millones de euros.
Así que la derrota -de momento, no esperada- de Macron podría forzar a Bruselas a reconfigurar todos sus planes de reconstrucción para la pandemia, incuido NGEU, que ya ha repartido 74.000 millones de euros entre 21 Estados miembro.
Pero las implicaciones para la economía europea de quién ocupe el Elíseo no acaban ahí. Si hay varios países que deben seguir de cerca los comicios del domingo son Italia, España, Portugal y Grecia. De nuevo, la vulnerable periferia del euro puede volver al foco de los mercados financieros.
Barclays asegura que las primas de riesgo de los países periféricos -afectadas ya por el endurecimiento de tono del Banco Central Europeo y por la guerra de Ucrania- podrían sufrir.
Sus analistas ponen el ejemplo de Italia, un país en el que calculan que la victoria de Le Pen provocaría un aumento del coste de su prima de riesgo de 50 puntos básicos. Teniendo en cuenta que este jueves cerró a 163 puntos, supondría volver a rebasar la barrera psicológica de los 200 puntos básicos. España -que tiene en este momento la prima de riesgo en 93 puntos- se vería arrastrada por esa coyuntura.
Goldman Sachs pone el foco en las Bolsas para advertir que a pesar de los sondeos, la incertidumbre sobre el futuro político de Francia está afectando ya a la Bolsa de París, que se habría visto penalizada frente a otros mercados internacionales en los últimos 10 días, con un rendimiento un 3% inferior.
Ambos bancos de inversión creen que la llegada al poder de la extrema derecha sacudiría las Bolsas. De momento, confían en los sondeos. Pero el dinero siempre se prepara por si tiene que huir.