Allianz Group es la mayor gestora de activos de Europa y con sus dos filiales (Pimco y Allianz Global Investors) figura entre los grandes colosos de la inversión mundial. Su economista jefe global, Ludovic Subran, ha visitado Madrid esta semana y mientras España y Portugal terminaban este martes de negociar en Bruselas el tope al precio del gas, este periódico le entrevistó.
Subran cree que el Gobierno español está jugando un papel relevante en la configuración del futuro de Europa que ahora debería impulsar Macron. Afirma que las propuestas de Pedro Sánchez fueron importantes para configurar las ayudas de los fondos europeos y ahora pueden cambiar la reforma energética de Europa.
Además, advierte de que Alemania es "la nueva Grecia" porque en esta crisis energética se vuelven a combinar dos elementos fatídicos: mala suerte y mala planificación, solo que esta vez el epicentro es la locomotora económica del euro.
P.- ¿Qué previsiones de crecimiento maneja para la economía?
R.- El 24 de febrero, cuando empezó la guerra con Ucrania, empezamos a revisar las previsiones al entender que esta crisis energética tendría un impacto en el crecimiento y la inflación, del que ya se hablaba desde el comienzo de año por el previsible cambio de las políticas monetarias. Cada 10% de aumento de los precios del petróleo, hace subir casi un 0,2% la inflación y resta un 0,1 de crecimiento mundial, en especial el europeo. Para España, rebajamos a la mitad las previsiones de crecimiento y esperamos que la inflación sea del 6,5% este año.
¿Es el peor escenario?
Depende de cómo escale el conflicto. El escenario más difícil es el de apagón energético. En Alemania, se habla de un embargo al gas ruso. En esta situación, la elasticidad cambia: un 10% menos de oferta de energía costaría un punto adicional de inflación y restaría medio punto al crecimiento. En esta situación, Europa caería en una recesión este año.
¿Qué le parece la propuesta impulsada por España y Portugal de separar el mercado ibérico del resto del mercado energético europeo?
España tiene un gobierno de izquierdas y ha utilizado más medidas fiscales que otros países para limitar el coste de la guerra. España casi gastó dos puntos de PIB con medidas excepcionales para limitar el coste que asumen las familias en su poder de compra y también las empresas. Pero eso no es suficiente.
Reformar el sistema del precio marginal en Europa es esencial
En el mercado eléctrico, la propuesta española es interesante. Con el mix energético que tiene España, no se está teniendo en cuenta de forma correcta el peso de las renovables. Reformar el sistema del precio marginal en Europa es esencial.
Pero al hacer eso, controlamos aún más los precios. Y tengo miedo de que al distorsionar el mecanismo de precios con esta reforma española no se produzca el ajuste necesario en el consumo de energía de las familias. Necesitamos sobriedad, aprender a gastar menos. En la industria tenemos un 30% de despilfarro de consumo energético en el sector químico.
Con todas las subvenciones y subsidios de precios, en España se está cambiando mucho la dinámica de mercado. Y hay que preservarla porque favorece la inversión en renovables.
Es decir, ¿le preocupa, que no se penalice el consumo energético?
Sí. El aspecto regresivo de los subsidios. En el terreno fiscal, es mejor gastar el dinero público focalizando el gasto en las familias que lo necesitan más. En energía, pasa igual. Entiendo la reforma propuesta por Sánchez porque la forma de fijar el precio de la energía es estúpida, pero ahora lo que tenemos que hacer es mandar una señal fuerte de precios para que la gente sepa que el próximo invierno va a ser muy difícil. Tenemos que cambiar las costumbres y rehabilitar las viviendas. El sector de las utilities (energía) es muy fuerte en España. Y entiendo que por ello, es un asunto más importante para la economía española que para otros países.
Pero el sector energético español se opone a esta reforma porque dice que rompe el mercado europeo.
Ese es el tema. Por ejemplo, en Francia, durante la campaña, Macron dijo que iba a nacionalizar la empresa de utilities. En Alemania, es lo mismo: se está pensando que el próximo paso es ver cómo se reforma el sector utilities. Son empresas que necesitan recapitalización.
El próximo paso es ver cómo se reforma el sector 'utilities'. Son empresas que necesitan recapitalización
Cuando se habla de 'Sánchez contra las utilities' o 'Sánchez contra los alemanes y los austriacos', en realidad de lo que se habla es de que el mercado energético es esencial, que la pobreza energética existe y de que tenemos que hacer algo ya. Pero es necesario que la señal de precios funcione para que la gente cambie sus hábitos de consumo.
Francia, un país con que ha apostado por la energía nuclear, tiene menos inflación.
Sí, la nuclear es una parte, pero también está el control de los precios. En Francia, tenemos un tope para el aumento de los precios eléctricos del 4%. Esto cuesta casi 18.000 millones de euros cada seis meses a los franceses. La gente piensa que es la nuclear, y es verdad que tenemos la mitad de la inflación, pero no es por la energía nuclear. Es porque tenemos este tope de precio que evita la inflación energética.
En Francia, tenemos un tope para los precios eléctricos del 4%. Esto cuesta casi 18.000 millones de euros cada seis meses
Otro tema importante es que en Francia tenemos menos importaciones de insumos industriales afectados por los problemas chinos. La inflación importada en Francia es menor a la de España.
Ahora que se ha clarificado el escenario político en Francia, ¿se va a dar un impulso a la UE?
Lo que está haciendo el Gobierno español es muy interesante. Hace dos años fue el white paper español el que empujó el origen de NGEU. Esta vez, puede que lo que está planteando Sánchez cambie totalmente la forma de ver la reforma energética en Europa porque el mix energético es mucho mejor con renovables.
Con la pandemia y la guerra, los países ven que tenemos que construir un futuro conjunto. Todos tenemos un incentivo para trabajar juntos. Alemania es la nueva Grecia. En el tema de la crisis energética es mala fortuna y mala gestión de su independencia energética. En 2009, cuando empezó la crisis en Grecia fue lo mismo: mala suerte y mala gestión de sus finanzas públicas.
Alemania es la nueva Grecia. En el tema de la crisis energética es mala fortuna y mala gestión de su independencia energética
¿Y Macron va a tener un protagonismo especial en ese impulso a la UE?
Los franceses tenemos que ser más humildes. Macron tiene ideas muy claras sobre lo que es el futuro de Europa y su éxito está vinculado de forma muy fuerte al éxito de Europa. Es un presidente muy europeo y reformista. Pero no puede funcionar si los otros no están en el barco. Y ahora va a tener muchísimos más problemas domésticos. Además, hay elecciones en Italia el año que viene, también en España y la situación en Alemania es más difícil que con Merkel. Macron va a empujar, pero va a depender de lo que los demás quieran hacer en un momento de gran fricción entre los países por el tema de Rusia.
¿Cómo va a afectar a la política y a la economía europea la previsible subida de los tipos de interés en un momento en el que, además, hay que aumentar el presupuesto de Defensa?
Por el momento, no estamos en economía de guerra. Pero países como Alemania van a aumentar el gasto en Defensa en un momento en el que tendría que cerrar la brecha de inversión en infraestructura energética.
Estamos muy cerca de ver que hay que hacer cualquier cosa para evitar que la gente vaya a la calle por razones de hambre. No por una hambruna en Europa, sino porque el coste de vivir va a subir. Y el Banco Central Europeo tiene que desempeñar un papel en esto. Pero tiene que mantener su credibilidad.
Si tenemos un embargo sobre el gas ruso y una recesión, espero que el BCE haga lo máximo
En Europa, hay heterogeneidad entre los países del norte y el sur en inflación, en salarios, en acceso al crédito, insolvencias… Y el rol del Banco Central es ver si al no hacer nada y dejar que las políticas presupuestarias hagan lo máximo o si tiene que hacer algo para no hacer mucho más después. Por eso, ha decidido reducir el balance en junio y después, subir los tipos a final de año. Pero eso puede cambiar con el escenario apagón. Si tenemos un embargo sobre el gas ruso y una recesión, espero que el BCE haga lo máximo. Por eso tiene que recuperar margen de maniobra para estar preparado si es necesario.
¿La deuda global es sostenible?
El nivel de deuda es mucho más alto. Pero el coste de la deuda pública sigue siendo bajo. Hay que pensar que es el fin de los tipos de interés negativos aunque haya un apagón y hay que hacer algo con el coste de la deuda pública. En la deuda privada, hay mucho cash, así que no estoy preocupado por la sostenibilidad de la deuda. Pero hay que ver la sostenibilidad y esforzarse para que en 10 años ningún país europeo tenga que elegir entre gastos de Educación o gastos de pagar la deuda que es lo que pasó en Italia en 2014.
¿Son creíbles las previsiones de alta inflación a largo plazo o bajará?
En la inflación asociada a la transición ecológica estamos viendo el pico ahora. Si se normaliza la cadena de suministros, mejora la productividad, se avanza en la digitalización y se normaliza la oferta y demanda o con los tipos de interés, la inflación bajará. A medio plazo tendremos más inflación que en la última década, pero no creo que se quede para siempre.