Son muchas las cuestiones que hay que resolver a la hora de contratar un plan de pensiones, desde nuestra situación económica hasta la rentabilidad a largo plazo de los propios planes. Así, con el objetivo de adaptarse a las necesidades y circunstancias de cada individuo, en el mercado actual encontramos una gran variedad de entidades que ofrecen diferentes opciones a la hora de contratar un plan de pensiones con el que llegar desahogados a la jubilación.
“Los planes de pensiones tienen una amplia gama en cuanto a inversiones: desde los más agresivos, con el 100% en renta variable, hasta los más conservadores o, incluso, garantizados, como los Planes de Previsión Asegurados (PPA). También es posible encontrar una gran variedad de planes mixtos, que incluyen diferentes porcentajes de combinación de diferentes activos”, explica Esther Pichardo, directora de Ahorro y Pensiones de BanSabadell Vida y Pensiones.
A la hora de escoger el plan de pensiones que mejor se adapte a cada individuo, el papel de entidades financieras como Banco Sabadell resulta fundamental. Entre los planes de pensiones que ofrece esta entidad destacan, por ejemplo, los Planes de Pensiones Individuales (PPI), destinados a aquellos que quieren rentabilidad a largo plazo. Cuentan con grandes ventajas fiscales y una amplia gama de productos para elegir el que más le convenga al cliente. Con esta opción, a medida que pasan los años, se reduce la exposición de los activos en renta variable en activos en renta fija.
Por otro lado, encontramos también los planes de previsión asegurados (PPA), pensados para los más cautos, dado que se trata de seguros de vida-ahorro que facilitan acumular ahorro y que, además, garantizan el 100% del capital más una rentabilidad garantizada por trimestres o semestres. Precisamente, estos planes de pensiones son la mejor opción para personas cercanas a la jubilación que prefieren la tranquilidad de una rentabilidad garantizada para así evitar las oscilaciones que presentan los mercados.
Plan de pensiones ciclo de vida para ajustarse a cada momento vital
Además de los planes de pensiones individuales (PPI) y los planes de pensiones asegurados (PPA), Banco Sabadell destaca sobre todo por los planes de ciclo de vida, un producto que adapta automáticamente las inversiones según la situación económica y personal de los interesados hasta la jubilación y la fecha en la que el cliente cobraría el plan.
En este contexto, los gestores tienen un papel fundamental, dado que podrán adaptar estos planes a lo largo del tiempo y a medida que el cliente va cumpliendo años y su situación va cambiando. Así, con los planes de pensiones ciclo de vida se tiene en cuenta el horizonte del cliente para que los gestores vayan adaptando anualmente las inversiones, por ejemplo, reduciendo el riesgo a medida que se esté más cerca de cobrar la jubilación.
Este tipo de planes pueden tener dos variables: el perfil de riesgo del cliente y la cercanía a la fecha estimada de su jubilación. En una primera etapa, cuando el ahorrador es joven y falta mucho para su jubilación, la mayor parte del capital se invierte en renta variable para maximizar la rentabilidad, es decir, gran parte de la renta se invertirá en una cartera de acciones. Y, a medida que vayan pasando los años, la inversión se hará más conservadora y se irá centrando en renta fija.
En definitiva, los planes de ciclo de vida de Banco Sabadell son productos capaces de adaptar la rentabilidad y el riesgo en función de la edad de los partícipes, aprovechando las ventajas del entorno económico gracias a la ayuda de los expertos financieros pero sin renunciar a las ventajas de los planes de pensiones convencionales. Gracias a estos planes, Banco Sabadell se ha situado en los primeros puestos de los ranking de rentabilidad de Inverco, una asociación de instituciones de inversión colectiva y fondos de pensiones, en las categorías de Renta Fija Mixta y Renta Variables Mixta.
Contratar alguno de los planes de pensiones de Banco Sabadell cuanto antes es clave para preparar la futura jubilación. De hecho, tal y como asegura la entidad, para recibir una pensión de 200 euros al mes a partir de los 65 años, una persona de 35 debe ahorrar 64 euros mensuales. Si, por el contrario, comienza ahorrar a los 45, deberá ingresar 120 euros, y si lo hace con 55 años, 296 euros. Por ello, contratar cuanto antes un plan de pensiones que realmente se adapte a nuestras necesidades nos permitirá llegar tranquilos a la jubilación a la vez que disfrutamos de ventajas fiscales y una mayor liquidez ante casos excepcionales, como invalidez, fallecimiento o dependencia, entre otros.